Cifras de crecimiento de empleo en Mexico son pura publicidad: CAM

Hemos analizado que de cada 10 empleos, 6.5 se generan en la economía informal y un empleo informal no se formaliza tras afiliarse al IMSS como lo maneja erróneamente el gobierno

Redacción

[dropcap]E[/dropcap]l débil crecimiento económico de México tiene una de sus mayores repercusiones en la creación de empleos. Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Producto Interno Bruto del país creció 2.5 por ciento en 2015; se estima que para 2016 será de entre 2.6 a 3.6 por ciento, y el Banco de México (Banxico) prevé que para 2017 sea de 2.9 por ciento.
Esas cifras, de acuerdo con especialistas en el tema, no aportan credibilidad a las cifras oficiales de generación de empleo.
La creación de empleos es una promesa que nunca falta en las campañas políticas, al ser una necesidad real para 9 millones de mexicanos que actualmente están desempleados y para 1 millón 200 mil personas que, por el crecimiento natural de la población, año con año demandan trabajo.
De acuerdo con las cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de 2013 a 2014, el primer año de la administración de Enrique Peña Nieto, se crearon 581 mil 422 empleos, mientras que de 2014 a septiembre de 2015 (última cifra disponible) la cifra fue de 918 mil 265 empleos.
Sin embargo, esos números corresponden a las afiliaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), más no de nuevas plazas. De acuerdo con estudios del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cifra de empleos creados no corresponde con el bajo crecimiento del PIB, que se ubica en un nivel en el que es complicado generar tal cantidad de empleos. Aunado a esto, presentar una cifra de nuevos empleos, se debe hacer pública también la inversión que se destinó a ese objetivo.
La actual administración presentó el 22 de julio de 2013, el Programa de Formalización del Empleo con el objetivo «facilitar el tránsito de los empleos informales a un esquema de formalidad, creando trabajos dignos y socialmente útiles». Del Pacto por México se derivó el objetivo de reducir la informalidad, mejorar las condiciones económicas e impulsar el crecimiento.
En 2014 llegó el programa Crezcamos Juntos, enfocado a atender el mismo problema a través de la integración de los informales a los servicios del IMSS, pensión, créditos para vivienda, apoyos a emprendedores, financiamientos para las empresas y créditos al consumo. En ese entonces se anunció el registro de 1 millón 424 mil nuevos afiliados. La cifra, producto de las afiliaciones al IMSS, fue catalogada como histórica.
«El escenario es negativo para la creación de empleos. La cifra promedio de la actual administración ronda en los 500 mil, la mitad de la necesidad que plantea el crecimiento de la población», comentó Luis Lozano Arredondo, investigador del CAM, en entrevista con SinEmbargo.
Otro problema derivado de esto, es que las políticas de desarrollo social se elaboran a partir de esas cifras oficiales, poco concordantes con la situación real.
La economía mexicana ha registrado un crecimiento de la actividad económica relativamente bajo. En los últimos 20 años alcanzó un promedio de 2.6 por ciento anual, «lo que ha resultado insuficiente para absorber el crecimiento de la oferta de trabajo», expone la OIT. Este lento dinamismo se agudizó como producto de la reciente crisis económica financiera internacional, que provocó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de un 6 por ciento en 2009.
Pese al bajo crecimiento económico, el mercado de trabajo mexicano se ha caracterizado por la vigencia de una baja tasa de desempleo (4.3 por ciento de la población económicamente activa, febrero 2016). Sin embargo, enfatiza la OIT, este ha coexistido con un alto y persistente empleo informal, en el que actualmente se encuentran 57 millones de mexicanos.

Una afiliación no es un empleo

Tovar Arredondo recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solicitó al entonces Presidente Vicente Fox Quezada, que modificaran la metodología de la medición de empleos, ya que señalaron, hay una manipulación de la información.
«Ellos publican una cifra de empleos. Nosotros (el CAM) hemos analizado que de cada 10 empleos, 6.5 se generan en la economía informal y un empleo informal no se formaliza tras afiliarse al IMSS», comentó.
Al respecto, Irma Otero, también investigadora del CAM, explicó que lo que aumenta las cifras son el número de personas que utilizan el seguro social, no así los que cotizan, es decir, el número de personas que están pagando por el servicio son la minoría. En el IMSS no solo está el trabajador directo, sino la familia completa, «cuando el gobierno da la cifra, la da en general, pero la cifra es errónea».
Para Carmen Bueno, académica del departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Iberoamericana, este comportamiento, que no ha sido exclusivo de la actual administración, se hace más con el fin de tener más publicidad que para contrarrestar el aumento que se tiene en trabajo informal.
«Tomar en cuenta las estadísticas del IMSS se volvió un indicador confiable. Ni las cámaras ni las asociaciones ni los sindicatos presentaban datos creíbles. Ahora ese indicador es una manera que el Gobierno federal tiene para decir que su política está funcionando, pero no es así. Por otro lado están las cifras de incremento del sector informal y ahí hay unos segmentos que son mejor remunerados que lo que se puede encontrar en lo formal», dijo al respecto.
El Programa de Promoción de la Formalización en América Latina y el Caribe de la OIT sostiene que es necesario elevar la productividad de la economía –en particular de las pequeñas y medianas empresas– para que haya una demanda de trabajadores para empleos formales y productivos vinculados con los ejes más dinámicos del crecimiento. Para ello, añade, deben existir medidas orientadas a simplificar el registro de empresas.
Sin embargo, de acuerdo con Irma Otero, actualmente la lógica del sistema económico es generar programas enfocados a incitar la creación de negocios propios mediante créditos, aunque en los resultados la mayoría de esos proyectos fracasan en dos o tres años porque no tienen la posibilidad de competir frente a otras empresas, lo que sólo orilla al endeudamiento.
En este sentido, concluyen que la generación de empleos y la política de formalización de empleo, son cuestiones diferentes.

Una política sin cambios

El doctor Irving Rosales Arredondo, académico e investigador de la Universidad Iberoamericana, dijo en entrevista que este problema ha sido el mismo de los últimos 10 años, a pesar de los programas de empleo y de las reformas laborales implementadas. En su análisis no observa cambios significativos ni en la generación de nuevos empleos ni en el número de empleos formales.
«Sí hay gente que comenzó a cotizar en el IMSS, pero no significa que se han formalizado las relaciones laborales de los trabajadores o que las empresas o micro empresas ya estén pagando prestaciones. Los programas presentados tampoco son políticas que tengan un impacto significativo, ya que pueden decir que el número de afiliados al IMSS ha aumentado, pero realmente no se están generando empleos. La economía de México no puede generar empleos formales de calidad», comentó Rosales.
Los datos oficiales muestran que la tasa de informalidad laboral está en 57 por ciento, nivel en el que se ha mantenido en los últimos 15 años.
Los jóvenes han quedado fuera de los programas de empleo, a pesar de que cada año, alrededor de 1 millón esté en condiciones de requerir uno. La actual administración sólo ha promovido el programa Jóvenes Emprendedores, enfocado a quienes quieran abrir un negocio o ampliar el que ya tienen.
Ante esto, la reacción de los académicos fue similar, al decir que sería deseable, pero es imposible que todos los jóvenes sean emprendedores.
En cuanto al programa de formalización, detectaron que el gobierno se equivoca al pensar que la formalización se soluciona con un registro en el Seguro Social, cuando eso no tiene efectos en un mejor salario.
«Las cifras del IMSS sirven para la palomita de la meta. Se enfocan en la aceptación y no se dan cuenta que esto tiene un efecto en la gente y en su calidad de vida. Pueden estar inscritas en el IMSS, pero no tienen un empleo bien pagado y al que no se le dedique un horario excesivo. También, al presentar esas cifras del IMSS, no se dice que lo que en verdad se necesita es más de 1 millón de empleos cada año», explicó.

(Con información de SinEmbargoMX)

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *