A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Pan con lo mismo

Según ha someramente trascendido, en el plazo de registro para encabezar la nueva dirigencia del PAN Estatal sólo hubo una candidatura: la de Carlos Palomeque, el sempiterno dirigente albiazul desde hace casi dos décadas. Todo se llevó acabo en intramuros porque lo que en realidad les importa es convencer a la militancia del partido que redunda en unos 3 mil miembros activos.
A pesar de que los partidos son entidades públicas y deben su funcionalidad al presupuesto público, el discurso se centra, si es que lo hay, en convencer a la militancia, que en este caso no tiene más opción que adherirse o mantenerse en la marginalidad respecto del proceso interno.
Y claro que a los comités municipales y la membresía del partido les interesa participar. Visto a la luz de lo que se ha convertido el partido –y los partidos en general- son franquicias electorales para acceder al poder. Al paso del tiempo han hecho de los principios de doctrina en el caso del PAN, meros enunciados que ya no sirven ni para recitar y mucho menos adoctrinar a sus simpatizantes.
En los últimos años la vida política en Chiapas se ha prostituido gracias a los saltimbanquis que cambian de un partido a otro de acuerdo a sus conveniencias. Salvo casos excepcionales, no existen contrapesos al ejercicio del poder y si amanuenses fieles a los dictados del gobierno en turno.
Fuera de los procesos electorales, en lo local, los partidos políticos permanecen ausentes del debate público. Son indolentes a la crítica periodística y el sentir social. No representan a la sociedad, sino a un segmento de ella, que sólo los busca para acceder al poder. Es perceptible la ausencia del debate público. Y no se trata de criticar por criticar al gobierno, sino de defender principios y postulados. Tener agenda propia, construir ciudadanía. Pero eso no esta sucediendo. No les interesa, porque entre menos burros más olotes.
Qué han dicho los partidos respecto al nuevo gobierno. ¿Alguien sabe de algo? Porque yo no he visto una sola postura, opinión o posicionamiento. Recién observamos a ciudadanos quejarse amargamente en redes sociales por el abuso del que fueron víctimas por parte de pseudo organizaciones sociales que bloquean las vías y alteran la vida pública. De manifestantes como los de la Mactumatzá, que secuestran vehículos de transporte público o privado, destruyen oficinas públicas y afectan a terceras personas sin deberla ni temerla. ¿Quién habla por esos ciudadanos?, ¿dónde están los partidos que dicen representar a la sociedad y la pluralidad de opiniones? No están porque dejaron de estarlo desde hace tiempo. Desde que se convirtieron en burocracias y franquicias. Peor aún de pandillas que se reciclan para estar en el poder, sin más oficio ni beneficio que el suyo propio.
Por es me duele lo que pasa en el PAN. No tengo ningún problema personal con Carlos Palomeque, virtual dirigente del partido. Por el contrario, una relación cordial y hasta afectiva. El problema no es él, sino lo que representa su perpetuidad si consideramos su desempeño en los últimos años. De no ser por muy escasos liderazgos, como el de Paco Rojas, el PAN no alcanzaría ni siquiera el registro en la entidad. No podemos seguir el camino de una conducción anodina e insípida. La sociedad espera más pero nadie espera por ella. Sólo se recurre a ella cuando quieren sus votos. No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. Habrá que soñar nuevas utopías y emprender en busca de otros derroteros…

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