A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Se respira paz

Las fuerzas de seguridad pública municipal, estatal y federal desalojaron la semana pasada un predio invadido en el libramiento norte de la capital chiapaneca. La reacción de los invasores integrantes del MOCRI fue desplazarse hacia un centro comercial y otros puntos al poniente de la ciudad, asaltando negocios y vandalizando vehículos de personas que transitaban a su paso. Los hechos fueron viralizados de inmediato en las redes sociales provocando gran indignación entre la ciudadanía.
Ante esta situación las fuerzas de seguridad procedieron detener a los integrantes de esta organización, los cuales fueron consignados ante el ministerio público para enfrentar las consecuencias por la comisión en flagrancia de diversos delitos. La respuesta no se hizo esperar. Diversos organismos ciudadanos se pronunciaron en un amplio respaldo al gobernador del estado. Miles en redes sociales reaccionaron aplaudiendo estas medidas tendientes a garantizar el orden público y la convivencia social. El MOCRI anunció posteriormente una marcha para protestar pero el gobierno advirtió que no se tolerarían más desmanes y procedería en consecuencia. No sólo eso, el pasado fin de semana se desalojó otro predio por Berriozábal en manos de la misma organización que había venido haciendo su agosto sopretexto de la demanda social pero cuyo comportamiento se aproxima más al de la delincuencia organizada.
No son los únicos; los llamados normalistas de la «escuela» Mactumatza vienen realizando desde el periodo de gobierno pasado todo tipo de desmanes como la quema o vandalismo de vehículos de transporte público así como al de diferentes empresas. Prácticamente han desaparecido lo que quedaba del Conejobus.
La misma situación prevalece en distintas regiones del estado, donde las invasiones no han cesado y las llamadas organizaciones «sociales» actúan a sus anchas haciendo prevalecer el uso de la fuerza al margen de la ley. Los bloqueos carreteros se volvieron una costumbre afectando la movilidad ciudadana y las actividades comerciales con las consabidas perdidas económicas. Particularmente el turismo que es uno de los pocos generadores económicos de nuestra entidad, ha sufrido con este flagelo ahuyentado a nuestros visitantes que ya se la piensan dos veces antes de optar por visitar nuestro estado. En aras de la lucha social se afecta directamente a la ciudadanía y las personas de escasos recursos que dependen de estas actividades.
Pero más allá de todo eso, la mayoría de los chiapanecos añoramos que se aplique la ley y se garantice la paz y la convivencia social. El derecho de unos termina donde comienza el derecho de los otros. Se afecta a los ciudadanos y es deber del estado y sus instituciones hacer prevalecer nuestras garantías individuales.
Lamentable e imperdonable es que políticos sin escrúpulos hayan tolerado y hasta utilizado el apoyo de estas organizaciones pactando con ellos a cambio de tolerar o ser permisivos con sus actividades antisociales y antijurídicas. Ahora que entre en funciones la Guardia Nacional, se la pensaran dos veces antes de actuar porque estas fuerzas del orden no se van a andar con rodeos. Eso no quiere decir que el gobierno esté cerrado al diálogo como lo ha demostrado.
Por lo pronto yo si quiero felicitar al gobernador Rutilio Escandón. A 100 de su gobierno, el acto más relevante es saber que tenemos gobierno y que este estará enfocado en garantizar el orden y la convivencia social. Desde la semana pasada en Chiapas, se respira paz.

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