Al Son del texto / Tina Rodriguez

Ni negar que hay preocupación en torno al distanciamiento que la prensa ha tenido que adoptar con la presente administración, cuyo lema debilitado de estar cerca de la gente, lo deja caer con hechos y no con palabras, parodiando a su antecesor, con la novedad de que está corriendo el riesgo de terminar su gobierno con una desaprobación mayor que con que se fue el hoy cónsul en Orlando, Florida.
Dentro del gobierno mismo existe preocupación por que lo que se hace bien no merece reconocimiento social ante la agobiante carga en contra, que ha generado descrédito en todo el gobierno y desde luego en sus elementos catalogados como inoperantes y a disposición de las determinaciones en la secretaría de gobierno o limitados por las aportaciones que les de la secretaría de hacienda y tarde, lo que reduce la calidad del trabajo.
Con todo y eso, en materia política, que no hay mucho, se observa un desgano por parte del gobernante: una falta de empatía con lo que está haciendo a lo mejor porque la federación no lo trata como dice, y se ha visto limitado en todo sentido guardando institucional silencio, aunado a la resonancia esa de que su partido al final va a romper con el PRI, para buscar por sus vías las candidaturas y los cargos de elección popular, en la idea de que alcanzó muy por encima del 5 por ciento del listado nominal en las federales de 2015, y en las estatales de 2016 y 2017 en diversos estados del país en esas fechas.
En Chiapas está claro que el Verde tiene un siamés que es Podemos Mover a Chiapas, que son poco combativos.
La otra es que ni hace falta pues los que tienen ascendencia de años, como el PRI o el PAN y más para acá el PRD, están igual y hasta peor: subordinados sin opinar nada de lo que sucede en el estado, y sin oponer ninguna propuesta social de frente al gobierno y sus muy notorias deficiencias y omisiones.
Obviamente con el V Informe de Gobierno de Manuel Velasco, cambiado artificiosamente para enero, se abre la sucesión, en donde ya sabemos que son varios los competidores que buscarán el triunfo en las urnas el próximo julio, con el aliciente de que impopular y con el ingrediente de que aparece Morena por primera vez a la gubernatura, el Verde no las tiene para confiar, aun el trabajo pulverizador que viene realizando Podemos Mover a Chiapas, en presuntas zonas de presencia morenista.
La tarea no es sencilla, ya que en Chiapas también hay un PRI que quiere retornar al poder, y la pregunta es ¿para qué? sino han podido en sus gobiernos levantar a la entidad más pobre del país, y que en la presente administración sigue igual aun los triunfalismos institucionales de Manuel Velasco.

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