Por algo no se sabe mucho de las acciones de los alcaldes en términos de información general.
Se ha hablado de bajos presupuestos, pero buscar una alcaldía para quedarse sentado esperando diezmos como que no es el punto, y menos desde que la función pública estatal les colocó un candado tremendo para que no manipulen a modo lo poco que hay.
La cosa es que los alcaldes resisten y no se quejan de que no solo no llega lo prometido, sino que lo que mandan llega retrasado, pero los 122 alcaldes que son los protagonistas de éste asunto, guardan silencio, a lo mejor porque al igual, tienen cosas que comprobar y no lo han hecho.
La otra es que la verdad los munícipes se pulen usando recursos materiales y económicos de los ayuntamientos, igual hasta el propio personal de seguridad, los que de acuerdo a datos revelados fueron destacamentaron durante la pasada administración en casas particulares, cuidando a familias de los funcionarios municipales en vez que a la ciudadanía, mientras las señoras los mandaban por las tortillas, los hijos.
La cosa es que desde que se pudo ese candado por la función pública se dijo que esos elementos no solo regresarían a su trabajo de vigilancia, sino que estarían más vigilados que nunca.
Los que destacan son los que hacen más con menos; aparecen Tuxtla y Tapachula, por la dimensión de éstas ciudades:, la demanda es mucho mayor y con lo poco que reciben hacen lo posible que, desde luego no es suficiente, y los comunicados de éstos alcaldes realizando o presenciando alguna obra, merecen una lluvia de críticas más que de solicitudes, en torno a que, lo que se hace no alcanza para la demanda urbana de la capital del estado, por ejemplo, y eso es absolutamente cierto.
Pero cómo hacer lo necesario sino se tiene el recurso.
En otro tiempo los alcaldes sencillamente comprometían las arcas municipales, pero a la vez de dejar las deudas, pedían préstamos, y para el siguiente era pagar deudas acumuladas e intereses de servicios financieros.
Por ejemplo, pocos saben que Chiapas paga 4 millones de pesos diarios por servicio de la deuda dejada por Juan Sabines.
Pero eso no reduce lo otro: la falta de comunicación, es decir, el informarle a los ciudadanos que no se recibe el recurso completo, a tiempo o sencillamente no se recibe, aun exista ese documento del presupuesto de egresos del estado.
Para eso se necesitan buenos administradores, desde luego, y que estén comprometidos con sus gobernados, no con el gobernante en turno, porque muchos aguantan por no diferenciarse con el mandatario o tienen la cola que le pisen y prefieren la crítica de su pueblo.
Al Son que me toquen
¿Y saben quién será el ganón no en el voto cruzado, sino en la pulverización del voto en Chiapas?
Porque como que tienen la idea de que votan todos y eso no es cierto; hay mucho abstencionismo, y calculado con acarreos y lo que veremos, pues todo indica que se va a beneficiar a un aliado, pero no del PRI.
