Al Son del texto / Tina Rodriguez

Mañana se conmemora otra vez el Día Internacional de la Mujer

Y digo otra vez se conmemora porque las activistas no lo celebran, se manifiestan, pero dentro de eso hay las que minimizan el avance institucional, y por otro no hay una resonancia común entre los mismos grupos de activistas y su indistinto posicionamiento ante la demanda central que son sus derechos de mujer, y seguimos en la etapa de hacerlos valer ante el machismo conocido, que no respeta y se impone y lastima y mata.
Ni duda cabe de la seria lucha que intensificaron las mujeres de todos los niveles, oficios y profesiones para equilibrar la balanza en esta nación de machistas interminables y de políticos peores, es de años y los que faltan. Aun las leyes vigentes y estatutos en práctica, no se miden tampoco para aplicar la violencia política, el acoso político –por ejemplo, en ésta temporada electoral- o les vale la equidad de género de plano y actúan con una misoginia extrema a través de sus escribanos en los medios informativos.
Muchas mujeres son en verdad reconocidas, y en vez de ponderarlas desde sus partidos mismos, por ejemplo, les aplican una guerra sucia que va reduciendo sus espacios de influencia.
Quiero decir que necesitamos muchas, bastantes mujeres en la política para que influyan en ésta y se generen más políticas de género, de equidad, de protocolos de seguridad para las mujeres, y desde luego, de generar una cultura de respeto desde la educación básica así como, oportunamente, la están haciendo y bien, en materia ambiental en el subsistema de educación básica en Chiapas.
La alarmante alerta de género no solo en Chiapas sino en no pocos estados del país, puede dar una idea de la gravedad del tema y de la urgencia que comprende modernizar marcos jurídicos y de participación, además de colocar a mujeres en puestos de decisión estratégicos para que la proyecten y establecer esa necesaria cultura de igualdad.
Lo prioritario es fomentar esa cultura de respeto, de la no violencia hacia las mujeres. Es increíble el cómo se gasta más en publicidad electoral que en destacar la no violencia de género que cuestan vidas.
Se pierde mucho tiempo en distractores, y llama más la atención lo político electoral que los feminicidios sucedidos en el estado en lo que va del año; ese fenómeno se sigue viendo como «nota roja», cuando estamos en una entidad con alerta de género que no disminuye.
Y así hasta en eso, la política, estamos abajo: no ha sido secreto por ejemplo, el manipuleo que se dio en los partidos políticos de Chiapas, para la designación de las candidaturas a diputados locales y alcaldías; observaremos en casi todos los partidos las candidatearon en su mayoría en distritos o municipios en dónde sus partidos no tienen presencia.
Si, las envían a perder, y eso no es privativo de Chiapas; lamentablemente se registra de manera nacional, como último reducto de misoginia política, pero cumpliendo con la cuota de género.

¿Dónde pues el empoderamiento de la mujer en Chiapas?

Eso es mentira: demagogia del gobierno del estado, e insisto, del divisionismo existente entre activistas y ya ni se diga entre los grupos bien organizados en las ciudades, coincidentes sí, en los planteamientos fundamentales, pero no en los procedimientos, algunos extremos o radicales con el que conculcan unas o coinciden otras.
Menos que éste tipo de festejos se den al unísono entre organizaciones o activistas en las entidades; cada cual la celebra o se manifiestan por su lado, mientras las políticas les hacen resonancia y algunas retoman muy bien la oportunidad para lucirse, cuando por lo general son sumisas al poder.
Tan lo son que no veo candidatas a gobernadora en Chiapas; a puro acoso político, guerra sucia, y lo que se pudo las evitaron en los partidos, parece que lo mismo sucederá en el caso de alcaldías importantes como Tuxtla, Tapachula o San Cristóbal y ya ni se diga en los municipios indígenas, para evitar las experiencias en Oxchuc y Chenalhó, en dónde los verdes-priistas impusieron a mujeres.
Solo la organización Repare protestó por la arbitrariedad en Oxchuc, pues aunque es mala la alcaldesa ésta fue legalmente electa, y le dieron la razón al grupo minoritario opuesto a la mujer –pues es un grupo caciquil igual al de la ex alcaldesa-, como para que sigan distorsionando el escenario social en esos pueblos luego de un intenso acoso político a María Gloria Sánchez, incluso amenazada de investigación por peculado y demás para bajarle la inconformidad.
Ese es un caso, por ejemplo, que debió contar con el apoyo de activistas y organizaciones feministas, por el motivo de que se atentó políticamente en contra de una mujer, no por el sujeto en sí, pues ciertamente tienen razón los y las que señalan que la señora ex alcaldesa se ha ganado a pulso la animadversión a su persona, pero da la casualidad que no sustituyeron a la señora por otra mujer.

Sí, el mentado consejo municipal de Oxchuc está integrado solo por hombres.

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