Al Son del texto / Tina Rodriguez

Es bueno que se defina la candidatura por el llamado Chiapas al Frente, pues va poniendo seriedad a la sobre especulación que se dio en su momento a la gubernatura del estado.
Para muchos José Antonio Aguilar Bodegas es un candidato de competencia, con personalidad política y ejecutiva, y desde luego conocedor del estado y su situación social real, y del que los perredistas y demás aliados esperan responda a la expectativa de convocatoria a su favor por parte del electorado.
Evidentemente en el PRI y sus satélites no esperaban su nominación, en especial por la versión de que dividiría a los priistas con los que tiene mucha relación de años, y cuya estructura y cobertura conoce muy bien pues ya fue aspirante por la gubernatura hace seis años.
¿Logrará atraer a priistas experimentados como en su momento lo logró Pablo Salazar hace casi 18 años?
Esa es la pregunta o más bien la duda, pero a la vez la expectativa que desean sus postulantes pueda cumplir ante lo que para muchos va a ser el despliegue que seguramente –con mucho recurso- aplicará el PRI, un partido que presentaba o más bien tenía esa misma condición con un aparente candidato débil en el Estado de México, y finalmente ganó la elección.
No creo que ante ésta determinación por Josean el equipo de Roberto Albores Gleason se amedrente, y contrariamente hay que recordar que para estas cosas los priistas se pintan solos, y más ahora que hay una especie de alianza forzada ante las versiones aventureras de que el verde ecologista colocó al gobernador Manuel Velasco Coello en la segunda fórmula al senado, o en la plurinominal por la tercera circunscripción federal, lo que obligaría en breve a que se retire del cargo, y que desde luego amarra para muchos el por qué éste indiferente mandatario ha prorrogado su quinto informe de gobierno tanto tiempo, en algo nunca visto en la entidad, en lo que se considera «el día del gobernador», al que sus corifeos le victorean sus logros en beneficio –según esto- de la entidad y sus habitantes.
Sin embargo la situación es inversa: no tiene ya tal popularidad el mandatario, cuestionado desde muchos ángulos por sectores productivos y empresariales, además de que en su administración miles de empleados fueron despedidos, muy aparte de que legalmente no puede brincar para abajo, esto es de gobernador a senador por la vía que sea.
Así que de concretizarse su candidatura aun plurinominal, sería más lastre que remo.
Ya con el inicio desde hoy de los registros oficiales ante el órgano electoral de los que son propuesta a gobernador del estado, se termina la especulación y se precisan las corrientes políticas por su preferido, muy aparte de la mayoría sin grupo u organización social, incluso sin partido, que ya podrán ver de lo que hay o quedó, por quien van en su momento a depositar su voto.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *