Asi vamos / Rodrigo Ramn Aquino

Se tomará una semana de vacaciones el presidente Enrique Peña Nieto mientras los reflectores de la opinión pública se concentran en Andrés Manuel López Obrador, el proceso de transición y reconfiguración de la estructura del gobierno federal, y la revelación de los perfiles que ocuparán los cargos de importancia.
Por supuesto que se celebró más la propuesta de Juan Ramón de la Fuente como embajador de México ante la ONU que la de Manuel Bartlett como próximo director de la CFE, que de acuerdo con el plan transformador, tendrá sus nuevas oficinas en Tuxtla Gutiérrez. Y de eso ya hay avances: ubicación de terrenos y reuniones con los directivos de la empresa productiva del Estado.
Mientras tanto, el gobernador electo de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, sostiene reuniones con representantes de los diversos sectores productivos y sociales del estado, a fin de conformar una agenda común de trabajo, pero en el renglón de propuestas para el próximo gabinete, ha sido reservado. Como el día del triunfo: sólo después de Andrés Manuel, Rutilio daría su mensaje.
Y así lo ha explicado en estas reuniones. Ha mandado mensajes claros: en el gobierno que Rutilio encabezará no habrá tolerancia al nepotismo. Se lo ha dicho a sus familiares, a sus amigos, a sus compañeros de lucha. Que si su discurso es el mismo que el del próximo presidente de México, no tiene empacho en reconocerlo. Benito Juárez es a AMLO lo que AMLO a Rutilio.

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