Baja en empleos, estragos de austeridad: Expertos

El operar de la actual administración bajo el mandato de «tener el Gobierno más barato que se pueda», es decir, menor inversión y gasto público, ha atraído la desaceleración económica y un golpe al empleo formal: José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (Idic)

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]os indicadores económicos de los últimos meses dan cuenta del debilitamiento que enfrenta el país en esta materia. Sin embargo, ninguno como la creación de empleo toca la vida, la cotidianidad y los bolsillos de los mexicanos y en mayo la creación de empleo formal fue casi nula, pues solo se crearon 3,093 plazas de trabajo, casi 30,000 menos que en el mismo mes del año pasado, lo que representa una caída del 88.2 por ciento, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Se trata del peor dato para un acumulado enero-mayo desde 2009, año de la crisis económica mundial.
«Vemos una contracción significativa en la generación de empleo, prácticamente no se generaron empleos nuevos, lo que muestra es que los efectos de la desaceleración económica ya llegaron al mercado laboral, en forma de una menor creación de oportunidades de trabajo y esto implica que habrá una consecuencia en la capacidad de compra de las familias mexicanas y en su nivel de bienestar», aseguró José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (Idic).
Explicó que la contracción en la generación de empleo se debe, en primer lugar, a la caída de la inversión que se dio desde agosto del año pasado y el menor ritmo de crecimiento que eso implicó, además de que esa tendencia continúa. En segundo lugar, los efectos de la austeridad económica, es decir, una menor inversión y gasto público, y finalmente la incertidumbre generada por las fricciones con Estados Unidos.
De hecho, según el reporte del IMSS, los sectores económicos de la construcción y de las industrias extractivas reportaron destrucción de puestos de trabajo, con retrocesos de 2.1 y 3.4 por ciento, respectivamente, mientras que el sector de transportes y comunicaciones, que fue el que generó más plazas, apenas repuntó un 4.8 por ciento.
La actual administración opera bajo el mandato de «tener el Gobierno más barato que se pueda», dijo el Jefe de Investigación Económica para América Latina de Barclays, Marco Oviedo. Y eso se nota especialmente en el gasto público.
Durante el primer trimestre del año, de acuerdo con México Evalúa, la inversión pública cayó 13 por ciento, lo que tiene como consecuencia menos construcción de infraestructura como carreteras, hospitales, escuelas y otros proyectos productivos.
La caída en el empleo formal fue especialmente profunda para los trabajadores eventuales. Durante mayo dejaron de trabajo empleo formal 36,861 personas que tenían un trabajo eventual.
De la Cruz precisó que la desaceleración económica ha llegado a la vida diaria de los mexicanos a través de las dificultades que enfrenta el mercado laboral.
«Lo que estamos viendo es que la economía mexicana no tiene la capacidad ni de generar empleo eventual ni permanente en estos momentos», destacó.
Indicadores a la baja
Durante el primer trimestre de marzo la economía mexicana se contrajo un 0.2 por ciento, pero hay otros indicadores que reflejan una desaceleración.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México (Banxico) reportaron que durante mayo la confianza de los consumidores presentó su tercera caída consecutiva y se redujo 1.1 por ciento, ubicándose en su nivel más bajo en lo que va de 2019.
Esto sucedió luego de que en febrero, un mes antes de que comenzaran los descensos, el optimismo de los mexicanos alcanzó un récord histórico, pues la confianza del consumidor alcanzó 48.8 puntos –en una escala de 50 unidades–, su nivel más alto desde que se tiene registro.
El consumo privado cayó 1.5 por ciento respecto al mes anterior, lo que representó su mayor disminución en cinco meses y el peor marzo del que se tenga registro, según el Inegi. El empleo en el sector manufacturero –que aporta un 19.8 por ciento al PIB – arrastra una tendencia a la baja desde enero, y en abril registró una caída de 0.3 puntos porcentuales.
La inversión fija bruta, que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción, registró una disminución en términos reales de 3 por ciento frente al mes inmediato anterior.
«Lo que está frenando la creación de empleo es la desaceleración económica. El sector industrial ha sumado siete meses de caídas en generación depuestos de trabajo, la única opción para revertir la tendencia es acelerar el crecimiento económico y para ello debe haber inversión productiva», instó el especialista.

Con información de Sin Embargo

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