Bajo sospecha, policias son desarmados

La dirección de Tlaquepaque fue «intervenida» por las posibles infiltraciones del crimen organizado en la corporación

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l Ejército mexicano desarmó a más de 700 policías de Tlaquepaque, un municipio del área metropolitana de Guadalajara (Estado de Jalisco), ante las sospechas de que los agentes pudieran estar coludidos con el crimen organizado. El gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, anunció a través de su cuenta de Twitter que la mañana de este domingo la fiscalía local en coordinación con autoridades federales y militares «intervinieron» la Dirección de Seguridad Pública municipal. La seguridad quedará a cargo de los policías estatales.
El Fiscal de Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez, informó que el objetivo del operativo es «reevaluar a sus elementos ante la sospecha de posibles infiltraciones del crimen organizado en la corporación municipal». En una rueda de prensa el funcionario destacó que esto es parte de las estrategias gubernamentales para combatir al crimen organizado. En el operativo se desmanteló a toda la corporación desde el Comisario y los mandos medios hasta los elementos de tropa.
La Fiscalía revisará y custodiará el armamento, los chalecos antibalas, los cartuchos, los equipos de radio comunicación y las 50 patrullas de la corporación. «Es importante puntualizar que esta es una medida contundente del Gobierno del Estado para hacer valer el estado de derecho frente a la delincuencia y posibles actos de corrupción de servidores públicos», reiteró Sánchez Jiménez
La corporación se compone de más de 700 policías, pero por lo pronto 130 oficiales serán los que se internen en la academia de Policía para una evaluación que durará 30 días. El titular de Seguridad Pública de Jalisco, Raúl Alejandro Velázquez Ruiz, informó que serán alrededor de 400 elementos de las fuerzas policiales estatales y federales los que se encargarán de patrullar y brindar seguridad en la localidad.
A finales de febrero, el Gobierno de Jalisco anunció la detención de cuatro policías de Tecalitlán, un municipio ubicado a dos horas de Tlaquepaque, involucrados en la desaparición de tres italianos que según la Fiscalía fueron entregados por los uniformados a un grupo del crimen organizado que opera en la entidad. Antonio Russo, Raffaele Russo y Vincenzo Cimmino, todos originarios de Nápoles, fueron vistos por última vez el 31 de enero pasado en Tecalitlán, Jalisco, colindante con el estado de Michoacán.
Los tres italianos ingresaron al país para realizar actividades comerciales: vendían generadores eléctricos y comercializaban productos chinos. En la tarde del 31 de enero, según información de la familia, Raffaele, de 60 años, fue el primero en desaparecer. Dos horas después, los otros dos intentaron rastrear a su familiar con la última ubicación del GPS del auto que había rentado Raffaele para transportarse en la zona. Al llegar al lugar, Antonio, de 25 años, y Vincenzo, de 29 años, fueron rodeados por policías locales, quienes les ordenaron seguirlos a la comisaría. Desde entonces no se sabe de su paradero.
El estado del occidente mexicano es el centro de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización criminal que ha logrado desbancar al cártel de Sinaloa, de Joaquiín El Chapo Guzmán, como el más poderoso del país. El CJNG, dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, ha logrado expandir rápidamente su imperio criminal a través del uso de la violencia y la corrupción, ha señalado el Gobierno de Estados Unidos. En este sexenio consolidó su poder y pasó de ser una célula de la organización de El Chapo al cartel con mayor crecimiento en México.

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