Carlos Esquinca: No le debo nada al PRD

Para el candidato de Mover a Chiapas a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez su militancia de 21 años en el Sol Azteca está saldada desde hace tiempo. Afirma impulsar un proyecto ciudadano respaldado por un instituto político nuevo, sin mancha, de centro izquierda, que busca captar el voto razonado de una ciudadanía que está llegando al límite del hartazgo

Rodrigo Ramón Aquino

[dropcap]C[/dropcap]arlos Esquinca Cancino no le debe nada al PRD. Al menos eso afirma cuando intenta explicar por qué ahora luce la casaca morada de Mover a Chiapas en busca de la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.
El PRD está desfondado, agrega, al recordar que en la elección de 2012 fue el candidato a diputado federal que más votos obtuvo por el Sol Azteca a nivel nacional; no obstante, no alcanzó curul.
Tuxtleco de nacencia, el Químico —como también lo conocen— tuvo una fuerte actividad partidista en el instituto político que hasta hace poco era la principal fuerza de izquierda en el país y en el estado. Fue regidor, presidente municipal y estatal de comité, diputado federal y un espaciado etcétera.
También ha sido funcionario público: fue subsecretario de Relaciones Políticas en el Gobierno del Estado, director de Verificaciones y Clausuras en el ayuntamiento capitalino y sigue activo en la vida sindical del rubro de salud.
«Mover a Chiapas es un partido nuevo, sin ninguna mancha ni señalamiento hasta el momento y es una oportunidad política de participar ahora que el PRD se encuentra desfondado. Implica un gran reto, pero también implica no desprenderse de los ideales. Soy idealista y de corazón a la izquierda, siempre me ha causado molestia la injusticia, la corrupción y la falta de oportunidades. Esos ideales caminarán conmigo en este proyecto que es principalmente de ciudadanos.»
—¿Es posible un gobierno de izquierda desde Mover a Chiapas?
—Sí. Yo propongo un gobierno con alto sentido social, un gobierno que vea por los que menos tienen, que proteja a la infancia, a los viejitos, pero que también camine de la mano con los empresarios, que son los que invierten y crean empleos. Este gobierno que propongo debe ser un gobierno que priorice el gasto del ayuntamiento en materia de gestión social, que es lo que más demanda la población.
—¿Cómo entender a la izquierda en estos tiempos?
—Bien, pues yo la veo sin aquella radicalidad que la caracterizó por mucho tiempo, por ejemplo con el PRD. Hay que llegar a acuerdos, hay que hacer política, y en el caso de Mover a Chiapas, que en el espectro ideológico lo ubicaría como de centro-izquierda, tiene muy marcada esa agenda: la gestión social y la cercanía con la gente para darle soluciones.
Desde hace cinco meses a Carlos Esquinca se le ha visto encabezando brigadas médicas, de gestoría social, de belleza, en las distintas colonias de la capital chiapaneca. A invitación de Enoc Hernández —hoy candidato a la alcaldía de SCLC— aceptó ser secretario de organización municipal y desde entonces ha venido tejiendo vínculos con la población en general, principalmente con los más desfavorecidos.
—A Mover a Chiapas se le vincula con la actual administración gubernamental, de modo que cabría preguntar ¿qué buscas con la candidatura, de verdad competir o simplemente dividir el voto de los inconformes con los partidos en el poder?
—Cuando se planteó la candidatura se podía pensar que los dados estaban cargados, pero para nosotros fue un reto —ni siquiera lo tomamos como una aventura— y nos dijimos con todo el equipo: «seamos capaces de convencer al ciudadano de que existe un proyecto de gente honesta, con experiencia, que puede llegar a la presidencia municipal y vamos bastante bien».
—¿Si las condiciones se complicaran más adelante, considerarías declinar por algún otro proyecto?
—No, definitivamente no. Vamos desde el principio hasta el final.
—Oye ¿y no lamentas no ser el candidato del PRD?
—Fíjate que me tomaron en cuenta para ser el precandidato a la presidencia de Tuxtla. Por qué. Bueno, porque obtuve 59 mil votos en la contienda pasada a la diputación federal. Pero no me arrepiento, porque cuando dimos la batalla por la diputación federal en el tribunal, el partido no nos respaldó y tampoco nos respaldó Andrés Manuel, que en ese momento era el candidato presidencial.
—¿Te vas de las filas amarillas con rencor?
—Al contrario, con buen sabor de boca. Porque el paso por un partido se mide en función de los resultados y en mi caso, por ejemplo, cuando fui dirigente estatal obtuvimos 38 presidencias municipales (2007), 16 diputados locales de mayoría y 560 mil votos. Entonces, yo creo que estamos a mano.

La propuesta morada

El equipo de Carlos Esquinca está integrado por académicos y miembros destacados de la sociedad civil. Lo que se buscó, dice, es que la planilla fuera equilibrada y representara a la mayor parte de los sectores de la población capitalina, tanto nativos como los que han decidido que Tuxtla sea su lugar de residencia.
Al visitarlo en su oficina —una casa vieja de allá por el rumbo del Niño de Atocha—, el candidato cuenta que vive de lo que gana como químico de base del Seguro Social, lugar donde trabaja desde hace 25 años, además de ser propietario de un laboratorio particular.
Pronto nos dirá que a partir del recorrido hecho a más de 135 colonias y aplicar un cuestionario tiene claro que lo que más preocupa a los tuxtlecos es la seguridad, seguido de salud y educación.
«En el tema de seguridad planteamos crear la Policía Metropolitana, que no se mezcle en funciones con otras corporaciones, porque al final, no se actúa. Regresar al bando de mujeres a tránsito, porque hay mayor eficiencia y confiabilidad. Dotarlos de patrullas y pagarle bien a los elementos.
«En el tema de salud planteamos la creación de dos consultorios del pueblo, los cuales serán de atención gratuita. Un programa extensivo de prevención contra vectores y fauna nociva. Un rastro propio con calidad TIF para mayor calidad y mejor precio. En materia de seguridad social crear guarderías comunitarias, comedores infantiles para combatir la desnutrición.
«En la parte de educación pensamos crear un fideicomiso de la educación. Que los recursos que se recuperan por baños públicos, estacionamiento, y otros del ayuntamiento, sean destinados a rehabilitar escuelas, mobiliario y becas para los estudiantes destacados para evitar la deserción escolar.»
Y así también habló de mejorar calles, drenaje, la recolección de basura y otros tantos servicios que no marchan nada bien en la actualidad. Dijo que confía en convencer al voto razonado, aquellos que están cansados de la forma en que se están haciendo las cosas, y con ello hacer la diferencia.
«Yo le pido a la ciudadanía que analice al candidato, más allá de los colores, y evalúe su experiencia, su origen, su trayectoria, sus señalamientos, pero, principalmente, que vote, que salga a votar, y si ese voto nos favorece mucho que mejor.»

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