Carne de cañn / Rodrigo Ramn Aquino

Atendiendo la lógica del arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, a los líderes sindicales del sector Salud no les interesa en lo más mínimo la integridad física de sus compañeras enfermeras en huelga de hambre, de lo contrario ya hubieran cedido a las negociaciones planteadas por el gobierno del estado. Carne de cañón, les llamó.
En circunstancias normales, la declaración política del religioso no distaría mucho del proceder de esos personajes que han hecho de las conquistas laborales el gran negocio de sus vidas. Pero el contexto es distinto ahora. Las ayunistas han entrado en una severa crisis de salud que ya pone en jaque a las autoridades del estado.
Falta de sensibilidad, capacidad o inhumano desinterés, si alguna de las enfermeras muere, el gobierno de Manuel Velasco entrará en una nueva crisis de escala nacional e internacional (no hay que olvidar que representantes de la ONU visitaron el campamento y mostraron profunda preocupación por su estado de salud).
Para colmo de males, el fatídico accidente carretero en las inmediaciones de Motozintla hace un par de días confirmó el permanente desabasto de materiales de curación, medicamentos, e infraestructura adecuada para la atención de emergencias. Sin soluciones reales, a pesar que se presuma lo contrario, Fabio Martínez resultó ser la carne de cañón del gobierno de Chiapas.

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