Videos virales, la eficiente forma de influir en el electorado

Unos piden votar por AMLO y otros por Ricardo Anaya, pero todos en clave de humor y explotando estereotipos clasistas

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]a campaña mexicana también se libra con videos virales. El primero se dio a conocer el 18 de marzo, cuando apareció en las redes Almudena Ortiz Monasterio, una ficticia Niña Bien, estudiante de clase alta que conduce un Audi y dice a ritmo de reggaetón que votará por «ya sabes quién», en referencia a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de Morena y puntero en las encuestas. El video se convirtió en un fenómeno porque agitó los ecos del clasismo mexicano. Después vino el chavo chaka, un joven de clase media baja con cierto perfil aspiracional que está convencido de que Ricardo Anaya, el candidato de Por México al Frente, es la mejor opción para México: «Seré de Tultitlán, pero voy por el PAN».
Este martes, la ola de imágenes virales con la intención de influir en el electorado crece. Lety Garza Treviño ha entrado en escena. Ella es una señora de uno de los municipios más ricos de México, San Pedro Garza García, en Monterrey (Nuevo León). Y como Almudena, invita a sus amigas de la clase alta a dejar los antidepresivos y votar por el candidato de Morena: «Adiós al Rivotril, con El Peje ya estoy chill».
Los tres personajes ficticios protagonizan sendos videoclips electorales donde cantan su preferencia por los presidenciables punteros en las encuestas. No está claro, en ninguno de los casos, quién está detrás de la producción de los vídeos, pero es evidente que no se trata de trabajos estudiantiles, como intentaron hacer creer las cuentas de Twitter y Facebook que difundieron el spot de la «niña bien».
Fuentes de la campaña de López Obrador han rechazado tajantemente estar vinculados al vídeo. La coalición de Anaya no se pronunció sobre el chavo chaka, pero la estrategia de comunicación es casi idéntica. La idea podría haber surgido tras el inesperado éxito de la canción Movimiento naranja, que en la voz de un niño indígena promovió a Movimiento Ciudadano, uno de los partidos políticos que conforman Por México al Frente. Allí quedó clara la fuerza de un ritmo pegajoso, al que los expertos en comunicación política sumaron letras divertidas, provocaciones religiosas y estereotipos de clase en busca de reproducciones multitudinarias.
El objetivo se ha cumplido. Sobre todo en el caso de Almudena Ortiz Monasterio. La supuesta confesión de la estudiante se convirtió en trending topic durante varios días en las redes sociales. El video fue aplaudido con humor y despreciado por clasista en partes iguales. Apenas comenzaba la especulación sobre la identidad de la protagonista y de los productores cuando Morena salió a deslindarse del producto. Lo mismo hizo el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la universidad jesuita donde supuestamente estudiaba el personaje. El partido de López Obrador afirmó que era parte de la «guerra sucia» y pidió no hacer caso a las «fake news».
El asunto llegó hasta la plataforma periodística Verificado 2018, que confirmó algunas sospechas y añadió algunos datos. Por ejemplo, que la Niña Bien se llama Paulina Laborie y es una instructora de fitness. O que las autoridades de la capilla donde se filmó parte del video dicen haber sido engañadas, ya que los productores -no identificados- les habrían pedido permiso para grabar una boda, no un provocativo spot electoral.
Ni el chavo chaka ni Lety Garza Treviño han tenido un impacto comparable con el de la «niña bien», pero no por eso han dejado de ser un tema de conversación en las redes. La estrategia parece funcionar y por eso no es descabellado pensar que seguiremos viendo más de estos videos misteriosos en lo que resta de la campaña. Una campaña que suena a reggaetón.

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