Causa y simbolo / Rodrigo Ramn Aquino

Cualquier aficionado a la política sabe que los símbolos son importantes. Hay teatralidad. Hay mucho de gobernar con el ejemplo. Andrés Manuel, el presidente de todos los mexicanos, ama los símbolos y la historia y tiene un enorme sentido de trascendencia. De ellos se alimenta el personaje que es y será en el poder. Quiere ser Juárez, Cárdenas, Madero…
Más de 30 millones de mexicanos respaldaron el cambio verdadero que el tabasqueño hizo su marca. Por el bien de todos, primero los pobres, plantea de fondo acabar con la corrupción para una más justa distribución de la riqueza. Acabar con la corrupción en serio. La lucha contra el robo de combustible (huachicol) —bien de la Nación— es una empresa digna de un líder.
Un líder debe encabezar una causa que convoque a la suma de voluntades y si, además, puede asociarla a un símbolo que conmueva, el poder se acrecienta. El Presidente evoca a Lázaro Cárdenas en su defensa del petróleo y la soberanía nacional. ¿Por qué otros tendrían que verse beneficiados de un bien que es exclusivamente del pueblo de México?
Todo cambio se enfrenta a resistencias, genera molestias y da motivos a la oposición de hacer señalamientos. Es el costo político de tomar decisiones que afectan intereses. Es el doloroso pero necesario rescate de las instituciones. Como muchos, confío en que, como con Cárdenas, el pueblo entenderá la necesaria aportación para arrancar el problema de raíz.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *