Chavajebal, otra historia de orfandad gubernamental

FOTO. JACOB GARCÍA/CUARTOSCURO.COM

El miedo y riesgo de ser asesinados por grupos paramilitares obligó a casi dos mil indígenas tzotziles a dejar sus casas, sus tierras y sus animales. En las montañas, sin abrigo, sin techo, ni medicamentos, mujeres, niñas y niños, incluso embarazadas, esperan ayuda, antes de que la enfermedad, o incluso a muerte, los alcance

A. Marroquín / Mural Chiapas

[dropcap]A[/dropcap]nte el riesgo y el miedo de ser baleados o asesinados por grupos paramilitares, casi dos mil indígenas tzotziles comenzaron a desplazarse de manera forzada por la creciente violencia en la comunidad de Chavajebal, en el municipio de El Bosque, donde hasta el momento se reporta la muerte de tres personas, en tanto que el gobierno sustituto de Manuel Velasco, no le importa atender la situación.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas informó que desde el 7 de noviembre comenzaron a desplazarse de manera forzada aproximadamente mil 764 personas, indígenas en situación de vulnerabilidad que requieren atención humanitaria.
De acuerdo a testimonios, el Frayba informó que mientras se realizaba una asamblea comunitaria, sonó una detonación y posteriormente se escucharon disparos.
La parroquia de El Bosque comunicó que la feligresía local se encuentra brindando atención humanitaria en la cabecera municipal a desplazadas de Chavajebal y otras comunidades de los municipios de Chalchihuitán, Simojovel e incluso de San Cristóbal de Las Casas, donde se mantiene la llegada de más indígenas.
Asimismo, el centro de derechos humanos indicó que una comisión de la Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal, informó que el 10 de noviembre visitó la comunidad de Chavajebal y encontró a 50 personas que no habían salido, entre ellas ancianas y ancianos.
El Frayba reportó que en las montañas continuaban cerca de 500 personas desplazadas forzadas, sin abrigo, techo, ni medicamentos, siendo mayoría mujeres, niñas y niños, entre ellas, cuatro embarazadas, «de una de ellas nació un bebé en la montaña, también registró dos niños solos y dos personas de 80 años», indicó.
Tras recorridos en la comunidad, el Frayba constató que las casas se encuentran abandonadas sin daño alguno, en los corrales algunos animales han muerto, pero no hay saqueos.
De esta forma, expuso que se sigue incrementando la cifra de desplazamiento forzado en Los Altos de Chiapas, entre ellas las de comunidades tzotziles desplazadas en los municipios de Chalchihuitán y Aldama, donde a consecuencia de este fenómeno se intensifican la crisis humanitaria y las graves violaciones a derechos humanos de los pueblos originarios ante la omisión Estado.

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