Chiapas cada vez mas complejo
Hector Estrada

A muchos causó sorpresa hace unos días la manifestación de decenas de musulmanes tzotziles en plena plaza central de San Cristóbal de las Casas como muestra de apoyo a la paz en la denominada Franja de Gaza; una expresión religiosa que aunque en otras partes del mundo hubiera sido algo normal, para Chiapas fue noticia nacional.
Sin embargo, la realidad es que nada tiene de sorprendente la cada vez más prominente presencia de nuevas religiones en las zonas indígenas de Chiapas; una entidad considerada dentro de las más pobres y con mayor rezago social de México.
Algunos con pancartas y otros en plena oración con la frente sobre el piso, alrededor de 60 musulmanes llamaron la atención de propios y extraños al encabezar una de las primeras manifestaciones en México contra los ataques militares que actualmente enfrenta Palestina.
Así, aunque resulta algo nuevo para muchos, es una situación a la que ya nos debíamos haber comenzado a acostumbrar.

Diversidad en cifras

En Chiapas la preponderancia de la iglesia católica es la más débil de todo México. A diferencia del resto del país donde –en promedio- más del 80 por ciento de las personas profesan la religión vaticana, en la entidad chiapaneca esa cifra apenas rebasa ya el 40 por ciento; es decir, más de la mitad de los chiapanecos tienen otra doctrina o simplemente no profesan ninguna.
Tan sólo en lo que respecta a las religiones protestantes, se estima que Chiapas concentra el 46 por ciento del total de fieles de estas doctrinas en el país, destacando de manera numérica los bautistas, presbiterianos y evangélicos que ya representan el 26 por ciento de la población estatal.
En este mismo tenor, los adventistas del séptimo día en el estado constituyen hoy el 35.6 por ciento de los fieles que esta iglesia tiene en todo México. Esta religión representa más del 20 por ciento de la población en 14 municipios de Chiapas; en tres de ellos (Tapalapa, Tecpatán y San Andrés Duraznal), la profesan más del 40 por ciento de sus habitantes.
En el caso de los musulmanes, aunque su presencia en Chiapas es mucho más reciente (apenas hace 20 años), es considerado ya una de los grupos islámicos más numerosos de México con más de 500 indígenas tzotziles convertidos y la primer mezquita chiapaneca a punto de ser inaugurada para este mismo año en la ciudad de San Cristóbal de las Casas.
Son justo estas circunstancias las que hacen de Chiapas una entidad compleja, un estado que requiere de mayor vocación política en sus gobernantes y administraciones municipales mejor preparadas para garantizar el respeto y el orden entre sus poblaciones.
Algunos vinculan la creciente presencia de nuevas religiones en municipios indígenas del estado a la extrema pobreza social y al rezago educativo de los mismos; sin embargo, el contexto policultural y religioso de Chiapas podría ser más complejo de lo que muchos han tratado de explicarlo.
Asesinatos de intolerancia y miles de familias desplazadas (como se ha explicado en artículos anteriores) son las consecuencias de gobiernos locales ineficientes y sin capacidad de gobernar municipios tan diversos, pobres, sin acceso a una educación de calidad y lejos de las tecnologías de la información.
Hoy más que nunca en Chiapas hace falta replantear las políticas sociales y de gobernabilidad. Es necesario hacer un análisis a profundidad para conocer mejor el nuevo contexto y así poder reducir los índices de violencia en municipios indígenas de la entidad que hoy perecen verdaderos polvorines de intolerancia.

Nuevamente Cales y Morteros del Grijalva se burla de la ley

Por otra parte, todo parece indicar que los propietarios de la empresa Cales y Morteros del Grijalva S.A. de C.V. no temen en nada a las leyes. Pese al anuncio de la clausura temporal y los sellos oficiales, habitantes de las inmediaciones denunciaron que la calera mantiene sus actividades normales al interior del complejo.
De acuerdo a los denunciantes, los responsables de la empresa decidieron pasar por encima de los sellos de clausura y reactivar los procesos de extracción y devastación ecológica en esta importante zona de EL Sumidero.
Todo parece indicar que nuevamente Cales y Morteros del Grijalva se ríe de las autoridades y las leyes mismas, pasando por alto todo proceso de suspensión. Entonces, ¿Dónde están ahora los funcionarios que hace sólo unos días anunciaron con bombo y platillo la clausura de la empresa?
Ahora sí es momento de que los titulares de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas demuestren la autoridad que se les confirió.

 

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