Chiapas, en el desamparo financiero ante catastrofes

Aunque los desastres son inevitables, los daños que éstos causan pueden minimizarse; sin embargo, la vulnerabilidad social, económica y el manejo de los Fondos para la Atención de Desastres Naturales del gobierno federal y los gobiernos locales, exacerba los ánimos de la población afectada

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]P[/dropcap]or su ubicación, el estado es vulnerable a los fenómenos naturales. En sólo un mes, Chiapas fue sacudido por el terremoto de mayor magnitud en su historia y las fuertes lluvias amenazan con destruir el patrimonio de cientos de familias. Por tanto, ante los desastres, siempre es necesario estar preparados.
Los eventos de esta naturaleza son inevitables e impredecibles pero sus daños pueden minimizarse. En contraparte, los exacerba la vulnerabilidad social y económica, así como el manejo del Fondo para la Atención de Desastres Naturales que los gobiernos locales y federal hagan. Esto obliga a las instituciones y a la propia ciudadanía a estar debidamente protegidas.
Pese a estas consideraciones, el gobierno estatal no cuenta con sustento económico para la atención de desastres naturales.
En mayo de 2016, entró en vigor la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas, la cual estipula como obligación que todos los estados cuenten con fondos propios para atender daños por desastres naturales.
Sin embargo, muy pocas entidades cumplen con este requisito; algunos todavía se encuentran en proceso de su creación.
En el caso de Chiapas, la polémica estalló justo después del terremoto del 7 de septiembre al saberse que la LXVI Legislatura del Congreso del estado había extinguido el Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales.
Así lo documenta el Periódico Oficial del Estado número 292, Segunda Sección, con fecha miércoles 26 de abril de 2017, en el que se difundió el Decreto número 164, por el que se autorizó la extinción del Fideicomiso «Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales» (Foeaden).
Eduardo Ramírez Aguilar, expresidente de la Mesa Directiva de la máxima autoridad legislativa en la entidad, declaró que el Foeaden no desapareció, sino que —en junio— se convirtió en un fideicomiso del cual se obtendrán los recursos para atender los desastres.
Lo cierto es que para el 2017 ya se habían contemplado más de 80 millones de pesos para el Foeaden, pero hasta ahora ninguno de los legisladores locales ha aclarado el paradero de esos recursos, ni lo que sucedió con ellos en el ínter de esos dos meses de transición de fondo a fideicomiso. En cambio, sí se cuenta con recursos federales y préstamos internacionales para la reconstrucción en las entidades afectadas.

¿Cómo funcionan los fondos?

Para atender la situación de emergencia, el estado podrá hacer uso de aproximadamente 9 mil millones de pesos de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para la reconstrucción de viviendas, reparación de infraestructura y patrimonio cultural.
Pero para que Chiapas pueda usar esos recursos —como cualquier otra entidad—, el gobierno estatal debe contribuir con 50 por ciento de los montos para cada obra, mientras que el gobierno federal se encarga de dar la mitad faltante.
Para comprender cómo funcionan estos fondos, es necesario tomar en cuenta que tanto el Fonden como el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales son manejados por el Sistema Nacional de Protección Civil, donde se encuentra la Dirección General para la Gestión de Riesgos.
Y para que las entidades puedan acceder a los fondos, es necesario atravesar por un proceso burocrático que puede tardar meses o años.
Para agilizar la ayuda ante un desastre natural, México creó la figura de los Apoyos Parciales Inmediatos (Apin), los cuales buscan financiar «acciones emergentes de carácter prioritario y urgente» en situaciones críticas.
En el sitio oficial de Transparencia Presupuestaria, en el apartado denominado «Fuerza México», se puede corroborar que mil 677 millones 793 mil 196.5 pesos se han canalizado para Chiapas; estos Apin se han destinado también a los estados de Oaxaca y Veracruz.
A esto, hay que sumarle los 150 millones de dólares que el Banco Mundial transferirá al Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para dar soporte a la reconstrucción de la infraestructura dañada.

Vulnerable ante catástrofes

La entidad se encuentra en desventaja evidente ante los desastres naturales. De acuerdo con los recientes informes emitidos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a Chiapas le espera un mes lluvioso y las condiciones probablemente se extiendan hasta noviembre; además, advierte sobre la formación de por lo menos tres frentes fríos.
La Asamblea General de la ONU estableció el 13 de octubre de cada año como el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, con el propósito de concienciar a los gobiernos y a la opinión pública para que tomen medidas encaminadas a minimizar los riesgos, como su prevención y mitigación, e incluyan actividades de preparación.
No obstante, la cultura de la Protección Civil en el estado aún es baja y esto, aunado a la falta de claridad en los criterios de asignación y manejo de los recursos del Fonden y Apin, agravan el grado de vulnerabilidad de las familias chiapanecas ante los desastres naturales.

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