Chiapas involucrado en escandalo por trafico de armas / Hector Estrada

A diferencia de lo que sucede en el norte del país, la delincuencia organizada en Chiapas –principalmente en la Región Norte del estado- ha permeado y se ha expandido de manera silenciosa, con casos recientes que han sacado de las sombras una situación que muestra cada vez más la gravedad de sus «podridas entrañas».
Pueblo Nuevo Solistahuacán, Chilón, Simojovel y Rincón Chamula son los ejemplos más populares de la violencia, inseguridad, ingobernabilidad y corrupción que padece la región, donde la proliferación de establecimientos de «mala muerte», el comercio de armas y la aparición de ejecutados se han vuelto escenarios recurrentes.
Y aunque los escandalosos casos popularizados en medios locales y nacionales han provocado sorpresa en muchos, la realidad es que los negocios sucios de la delincuencia organizada en tierras chiapanecas tiene ya una larga presencia, prácticamente inadvertida.
Muestra clara de lo anterior es la investigación hecha pública este jueves por medios alemanes quienes dieron a conocer información aduanal sobre envío ilegal de miles de armas a México, vendidas y transportadas hacia entidades como Chiapas.
De acuerdo al informe, la empresa Heckler & Koch vendió un total de nueve mil 472 fusiles del tipo G36 a México entre 2003 y 2011, de los cuales cuatro mil 767 fueron destinados a los estados de Chiapas, Jalisco, Guerrero y Chihuahua sin autorización oficial.
La reveladora investigación fue realizada por las autoridades aduanales de la ciudad alemana de Colonia, comprobando que los responsables de la compañía «provocaron, promovieron, o al menos autorizaron» las exportaciones ilegales.
Un portavoz de la fiscalía responsable del caso confirmó la veracidad del hecho y precisó que el informe fue presentado en septiembre de 2014, por lo que las autoridades tomarán una decisión sobre el caso en los próximos meses.
En aquel país se especula ya la inminente detención de cinco ex directivos y empleados de la compañía por infracción al control de armas de guerra y a la ley de comercio exterior, además de una multa por alrededor de tres millones de euros. Sin embargo, en México ni siquiera hubo postura oficial respecto al tema.
Se trata de un hecho a gran escala que habla de la realidad en México, principalmente en entidades como Jalisco, Guerrero y Chihuahua, conocidas por la presencia de los cárteles del narcotráfico, pero que también ha involucrado a un estado como Chiapas donde se suponía la presencia del crimen organizado era mínimo.
Con el paso del tiempo el mito que cataloga a Chiapas como paso obligado para el tráfico de armas y drogas parece tomar credibilidad. Son cifras oficiales y hechos que demuestran las consecuencias de una porosa y permisiva frontera sur donde, gracias a la omisión o colaboración de las autoridades, el monstruo dejado crecer resulta ya incontrolable.

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