Cdigo Nucú / Cesar Trujillo

Rutilio, cien días con Chiapas

Los primeros cien días de Rutilio Escandón Cadenas como gobernador de Chiapas llegaron. Si bien no ha sido fácil tras el legado de ingobernabilidad, regalo del sexenio pasado, el rumbo que se está trazando en estos momentos marcará los precedentes de una entidad a la que la frivolidad y la ausencia del estado de derecho han marcado severamente.
Porque el nuevo gobierno no sólo carga con la exigencia de quienes en gobiernos anteriores fueron beneficiados o con la esperanza de los que anhelamos que el rostro de Chiapas cambie, sino que lo hace con la fracturada relación de gobernantes y gobernados que dejó sembrada la administración de Manuel Velasco.
No olvidemos que antes de que Morena obtuviese el triunfo en Chiapas, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), de la mano del exgobernador, se encargó de dañar la capacidad de las instituciones que dejaron rebasadas y golpear la calidad del desarrollo llegando a detonar un sinnúmero de problemas.
Recordemos que dejaron a la entidad en un estado de desfase y desequilibrio donde las demandas sociales justas sobrepasaron la capacidad de respuesta del gobierno que se sentó en sus laureles y se encerró en una burbuja, sin importarle nada.
No es tarea fácil la que le entregaron al gobernador Rutilio Escandón a quien, curiosamente, quieren tazar con la misma tijera que sus antecesores cuando apenas está cumpliendo los primeros cien días de su mandato, lo cual considero un absurdo. Es decir, comparan el inicio de este sexenio con los seis años en que el bien común, objetivo primigenio del estado de derecho, se perdió
Para que el gobierno marche requiere de tres elementos: ser, querer y poder. Estas son las condiciones que toda institución de la administración pública requiere para demostrar la capacidad de respuesta que se perdió en años pasados.
En el caso del gobierno de Rutilio Escandón está en ruta, pero le llevará su tiempo. No son enchiladas, decía la abuela. Es como tomar el timón de un barco en plena tormenta y aunque ésta no durará por siempre, antes de salir debe surfear los mares más inquietos.
Hoy, por ejemplo, están dando respuesta al pago de los maestros que dejaron bailando los verdes; mostraron al Mocri que nadie puede estar por encima ni al margen de la ley, al grado que varias organizaciones entendieron el mensaje y se deslindaron de cualquier conflicto; están replanteando una estrategia de seguridad; están atendiendo las problemáticas que dejaron sin dar seguimiento por varios años y se está trabajando en recuperar el bienestar social.
Ya estaremos pendientes en lo que el gobernador señale en su informe que, seguro estoy, estará lejos de todo el dispendio que acompañó al exgobernador Velasco Coello. Mientras tanto, a cien días de este nuevo gobierno las voces de aceptación aumentan y la esperanza se afianza.

Garroteros del poder.- Por años, el Movimiento Campesino Regional Independiente, Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Emiliano Zapata (MOCRI CNPA EZ), se ha mantenido al margen de la ley. Bajo protección y auspicio de gobiernos anteriores, los dejaron hacer y deshacer: los hicieron creer que eran intocables.
Tras el desalojo de este fin de semana volvieron a los desmanes a los que se acostumbraron con los exgobernadores Juan José Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello. Pensaron que la impunidad con la que se han manejado siempre seguía ahí (pese a que uno de sus líderes trata de venderse como mártir en las redes sociales). No fue así y esperemos que caigan las principales cabezas operadoras.
Los datos que dio la Coparmex revelan que los actos vandálicos de esta organización «campesina» en Tuxtla Gutiérrez superó los 50 millones de pesos. Acostumbrados a la ley del garrote, sus integrantes destrozaron autos, tiendas, camiones, sembraron la psicosis colectiva y saquearon lo que pudieron: celulares, calzado, equipaje y demás.
No, con ese actuar el MOCRI-CNPA-EZ no es lo que quiere aparentar ni con sus golpes de pecho. Entiendo bien el discurso de la pobreza y la necesidad de viviendas dignas que enarbolan como bandera de lucha. Pero quien usa falsas consignas para delinquir, quien saquea, quien daña a los demás, no es un luchador social. Es, sí, un delincuente y como tal debe pagar, como los ladrones de cuello blanco que los auspician.
Muchos hoy critican el operativo implementado, pero en doce años nadie había levantado un dedo para frenar los abusos de esta organización.
Que no se debe reconocer a las autoridades en su actuar porque hay aún varios predios invadidos, señalan algunos. Sí, en efecto: los hay. Pero esta nueva administración está llegando apenas a sus cien días de gobierno y no se le deben achacar errores de los otros.
Y ojo, no estoy justificando a nadie. Pero el MOCRI-CNPA-EZ debe empezar a entender que sus padrinos mágicos, esos que tiraban dinero y canonjías, no tienen el control más. Si quieren seguir manteniéndose al margen o estar por encima de la ley, seguramente deberán estar dispuestos a pagar las consecuencias. Un predio en El Amate seguro que se compran. Y aclaro que no es nada personal contra el Mocri. Sí lo es, confieso, contra su forma de dirigirse.

Manjar.- No había podido agradecer a todos los que llegaron a la presentación de mi libro, a quienes compartieron mis entrevistas, a quienes me han leído y a quienes siempre tienen palabras bonitas para mi persona. #GraciasTotales // «El enemigo más temible de la democracia es la demagogia». Alfred Croiset. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro Armando Duvalier. Vida y obra de Ricardo Cuéllar Valencia y el disco Sonic Highways de Foo Fighter. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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