Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

¡Viva, bravo, hurra, vientos! (y sólo van 100)

Aunque ciertamente con bajo presupuesto, se festejaron los primeros cien días de gobierno de la cuarta transformación local de Rutilio Escandón Cadenas, en un marco repito de verdadera austeridad republicana. Pero creo es menester advertir que ahora el festejo no provino del propio gobierno propiamente dicho, con los consabidos acarreos y toda la parafernalia acostumbrada cosa que sin duda el peludaje agradece, aunque sí y no podría ser menos, se dio a través de un despliegue informativo que desde la óptica gubernamental, señalan avances y logros en estos primeros cien días del gobierno de Rutilio. Con más oscuros que claros es mi punto, se ha transitado al esquema informativo al menos insisto, sin el otrora ofensivo acarreo. Pero que el festejo y sin censurar su libertad de expresión provengan de la propia clase política en general entre funcionarios, presidentes, diputados, miembros de la «sociedad civil», empresarios, universidades, sectores productivos y hasta periodistas, resulta de menos excesivo cuando no verdaderamente ofensivo. Así externan su beneplácito, consideración, reconocimiento, aval, su solidaridad así como su amplio respaldo e incluso su abierta aclamación a lo realizado en cien días de gobierno estatal. Pero sobre, se escucha y se lee de la actitud valiente, responsable, ejemplar, reconfortante, aleccionadora, entregada y amorosa del propio Rutilio Escandón.
Es decir, lo que ahora el nuevo gobierno por razones mínimas de congruencia con la Cuarta T y su Austeridad Republicana, se abstuvo de realizar un acto de magnificencia y promoción personal, Rutilio optó, insisto republicanamente, no convocar a un acto de culto a la imagen y se quedó con eventos de su agenda normal y difusión informativa para dar cuenta de sus primeros cien de gobierno. Pero no así cosa que habrán de tomar nota y reflexionarlo a fondo, la prudencia y el recato público fue lo que mostraron la clase política y demás lo anotaba ya, y su comportamiento acostumbrados a ser súbditos o vasallos, literal se tiraron al piso porque creen, espero erróneamente, seguirá siendo la forma para congraciarse con el que manda y que si se equivoca… vuelve a mandar. Incluso ya el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, no sin sarcasmo, hace alusión a esa vieja costumbre genuflexa de; ¡qué hora son?, las que usted quiera señor presidente; o aquello de; ¿los cocodrilos vuelan? Sí señor presidente pero bajito. Pero eso sería lo de menos si el propio gobernante y hago votos, no se deje llevar por el canto de las sirenas y susurros lambiscones a sus oídos. Así como se construye ciudadanía mucho menos sociedad. Informar es cierto, se convierte al transparentar el quehacer del gobierno, en la principal herramienta de la democracia. y no así la deleznable lambisconería.

A modo de conclusión

Cierto apenas son cien días de gobierno y eso es, precisamente, lo que deben de entender la sarta de lambiscones gratis que creen que con su pública expresión, lograrán beneficios y especial agradecimiento. Muchos son los retos por venir y no hablo solo de los históricos que se dan por descontado como pobreza, hambre, injusticia, marginación, desigualdad, insalubridad suma de agravios de décadas enteras. Hablo de los que están por venir si los que se ciernen hoy sobre Choapas, no empiezan a encontrar respuestas oportunas y efectivas. No las enlistaré, sería ocioso hacerlo teniéndolas frente a nuestras narices. Aunque sí y he aducido ya, mucho se le agradecería al gobernador nos dijera de frente a los chiapanecos por ejemplo; en dónde estamos parados gobierno y sociedad, lo que está pensando hacer y cómo piensa lograrlo. Ya incluso le he propuesto la posibilidad de convocar aunque no sea diario, a conferencias de prensa para que nos diga insisto, cómo está el estado, qué propone hacer, cómo e incluso con cuánto y hasta con quiénes. El seguimiento a sus compromisos y propuestas por parte de la sociedad a través de los medios de comunicación permitirá, de manera más acelerada y permanente, una mayor empatía con su gobierno y en su caso, justificar los que no se lograran por eventos fuera del control gubernamental para conjuntamente con la gente, explorar (por ejemplo consultas) con la propia sociedad nuevas alternativas. Pero en fin.
Así entonces Cien días de gobierno aquí y en China son sólo 100. Sin embargo y aquí cabe la reflexión y preguntarnos; ¿hasta cuándo cien días dejarán de serlo y por tanto las excusas tendrán que buscar otro justificante? Y aquí también el dilema shakesperiano de ¿ser o no ser?, igual adquiere connotación viva y actual tanto para la sociedad pero sobre todo para el gobierno es decir ¿se es o no se es? No creo que en estos 100 días hayamos avanzado como para caer en la falsa festividad y regocijo. Pero igual considero que en este mismo lapso el gobierno sea más de lo mismo con relación a lo observado de su inmediato anterior y eso ya es ganancia. Sí claro la problemática de no atenderse decía, empujará a los conflictos sociales y el nivel de violencia e inseguridad observados, pueden llegar a escalar niveles desconocidos para el nuevo gobierno. Con esto concluyo; el tema del Mocri y la forma correcta o incorrecta de atenderlo, trajo consigo una reacción social que mucho le han aplaudido al propio gobernador Rutilio Escandón. Empero al igual que los cien días y las expresiones públicas realizadas que rayan en lastimosa zalamería, pueden en ambos temas, quedarse solo en la espuma que flota en la cresta de la ola pero que irremediablemente, terminaría en la playa del desconsuelo social al desaparecer como surgió. Así la realidad no se modificará y sí por contrario, los agravios y rezagos de un pasado vigente, harán que a cada nueva ola devenga otra de mayor envergadura hasta convertirse en un tsunami que acabará ahogando a toda la entidad junto a su carabela de la transformación. Así entonces ¡Viva, bravo, hurra, vientos! ¿A Cien días? Me queda claro.

Ya de salida

La expropiación petrolera 81 años después, ha encontrado en el gobierno del cambio de Andrés Manuel López Obrador, igual renovadas esperanzas de rescate empezando por detener la implacable corrupción, a la que por más de 30 años de neoliberalismo fue sometida por los gobiernos del Prian. Así el propósito que inspiró la expropiación llevada a cabo por el presidente Lázaro Cárdenas, ahora con Andrés Manuel, retoman vigencias y bríos, rumbo y sentido, pese a las voces que insisten descalificar a priori las acciones emprendidas para el rescate, modernización y crecimiento de la empresa más importante de la nación. No entraré al detalle de las cifras dadas a conocer este día 18 de marzo por los funcionarios de Pemex y la señora secretaria de Energía Rocío Nalhe, que por cierto resultan ilustrativas del complejo entramado energético como del saqueo multimillonario hecho a la empresa. Es más baste solo referirse al famoso «huachicoleo» que representaba una pérdida cercana a los 65 mil millones de pesos anuales, así como el esquema financiero de corrupción y complicidad operada entre gobierno y empresas ocurridas en el sector. Pero sí y es justo mencionar, que al igual que los casi 8 mil millones de dólares que se invertirán en la construcción del complejo de Dos Bocas en Tabasco, refinería que se sumará a las seis ya existentes que serán rescatadas, se podrá, lo ha dicho el presidente, a finales de su sexenio, producir gran parte de las gasolinas y combustibles que demanda el transporte y la industria en el país. Ochenta y un años tuvieron que pasar para que una «segunda expropiación petrolera», por llamarlo de algún modo, tuviera asiento en México para lograr, si los mercados lo permiten, autosuficiencia en la materia. Así hoy Pemex y México sí tienen motivos para festejar. ¡Feliz 81 aniversario México!… // ¡Me queda claro! salu2.

Asociación de Columnistas Chiapanecos A.C.

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