Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

¡Nada les gusta!

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador en el aún no lejano 1 de diciembre de 2018, recordarán, invocó o se pronunció por el perdón más no olvido; es más en un llamado a la reconciliación se refirió al «punto final» sobre todo en materia de hechos de corrupción, llamado que hasta ese momento muchos mexicanos no entendían de que se trataba ni como se aplicaría. Así y no fueron pocos quienes, desde la trinchera de la oposición mediática y por supuesto muchos de sus seguidores, pusieron el grito en el cielo y de inmediato, como en el circo romano, gritaban con el pulgar señalando al cielo (no como se ha dicho es hacia abajo pero luego se los explico), pedían sangre y muerte de los corruptos. (Cristianos y agnósticos)

Pero ante esos gritos destemplados, el presidente reiteraba que sería desperdiciar tiempo y esfuerzos institucionales si, como se hizo en el pasado, se dedicaba a buscar «chivos» expiatorios mientras loa meros machuchones, es decir los expresidentes que en realidad eran los verdaderos responsables, gozaban de cabal salud. Así y desde entonces, consideró que ante las demandas urgentes del país, dedicarse a litigar casos de corrupción, sería una tarea desgastante y para botones de muestra los casos actuales que se esconden y amparan, lo más aconsejable y mejor, era concentrarse en atender la marcha del país y no anclarnos en el pasado. Sin embargo también fue claro, que en ninguno de los casos que ya se encontraban en proceso de investigación y se tratará de quién fuera, todas correrían su curso. Ninguna investigación dijo en su momento sería cancelada desde el ejecutivo y remarcó, que no sería como en el pasado que por orden presidencial se cerraran los expedientes. Nada al margen ni nadie por encima de la ley. Insistió.

Y mientras el sexenio avanzaba y no habrían pasado ni un mes, el sector conservador y sus voceros oficiosos, le llevaban la contabilidad casi por segundos, sobre el crecimiento económico, el número de muertos, como la falta de gasolinas en momentos álgidos del combate al guachicol. Pero igual a cada iniciativa de ley o de reforma constitucional como la educativa o la creación de la Guardia Nacional, topaban con un muro legislativo opositor; ya no se diga los centenares de amparos contra la construcción del aeropuerto de Santa Lucí o los respectivos por la cancelación del de Texcoco. Pues bien, su insistencia de castigar a los corruptos, del pasado subrayo, parecería no alcanzarían los oídos presidenciales.

Pero qué creen, que a raíz de algunas acciones que la nueva y autónoma Fiscalía General de la República del señor Gertz Manero, y menester anotar, con la estrecha colaboración de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a cargo de Santiago Nieto, poco a poco pero de forma consistente, casos tan sonados como la Estafa Maestra urdida, se acusa, a la maestra de la estafa Rosario Robles por más de 7 mil millones de pesos y los que le han seguido, ahora quiénes, voceros del pasado régimen que en plan de provocación azuzaban al presidente de proceder contra los corruptos, sus rostros empezaron a desdibujarse a grado tal, que sobre el caso contra Rosario «N», salieron al paso para hacer encendida defensa de la señora Robles acusando al juez que intervino para dictar prisión preventiva oficiosa o algo así contra la ex secretaria de la Sedesol y Sedatu del gobierno de Peña Nieto, lo habría hecho por venganza ya que se conoció que dicho juzgador, era sobrino de la diputada federal Dolores Padierna esposa de René Bejarano, personaje éste último evidenciado en un video recibiendo fajos de billetes que amarra con ligas. Es más se dijo y corroborado por el mismo Ahumada en su libro, que fue doña Chayo y entonces pareja sentimental del argentino Ahumeado (¿), quien tuvo un papel central para contactar a Carlos Salinas y al jefe Diego quienes pagaron millones por el video.
Pero el quid del asunto no es la trama Ahumada-Bejarano ni siquiera que el actuar del juez haya sido una vendetta, sino la forma en que le criticaban al tabasqueño no actuar contra los corruptos y ahora lo acusaban de ser él, desde la presidencia, quien dicta consignas contra de sus adversarios. ¿Ydaiy?

Y de igual manera está pasando con el aboganster de la mafia el influyente Juan «C» o el ex director general de Pemex Emilio «L» y el empresario dueño de Altos Hornos de México el señor Alonso «A». Y ya también salieron a defender al ex ministro de la SCJN Medina Mora, y apenas ayer ¡carajo!, los «analistas» salieron a tratar de discernir en sus influyentes espacios, el por qué de la renuncia del hoy ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps, digo después de mamar 26 años de la paraestatal Pemex. Aun así de resultar culpable de los hechos que se le imputan y que están en proceso de investigación como enriquecimiento ilícito y etc., nada podrán hacerle puesto que como senador de la república, mantiene fuero constitucional. Como sea y lo publicó Reforma, desde el pasado lunes 14 todas las cuentas bancarias de Romero Deschamps, de su esposa y sus tres hijos(as) les fueron bloqueadas y ya veremos, cuáles los pasos a seguir por parte de la FGR.

Sobre de este tema en particular, el presidente consideró tras conocer su renuncia, que sabe tiene abiertos varios procesos o acusaciones ante la Fiscalía y que está en todo su derecho de separarse del sindicato de Pemex para, supone, hacerle frente a las investigaciones. Yo no quito dirigentes para poner a otros respondió ante una pregunta que más parecía una acusación. Ya ahora con la reforma de la ley laboral, en el tema sindical son los propios trabajadores quienes democráticamente deciden a sus representantes.

Así pues, nada parece agradarles a los de la oposición pero de lo que sí pueden estar seguros, es que la ley alcanzará a quién o quiénes hayan cometido actos de corrupción y ya se está viendo. Y así en esa rueca perversa de acusaciones mediáticas sobre el combate o no a la corrupción, siempre se mirará a través de un poliedro que tiene muchas caras. Así entonces, me cae: ¡nada les gusta, todo les puede, fiero su modo! Me queda claro.

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