Cumbre Trump-Kim, amenazada por maniobras norcoreanas

Pyongyang cancela una reunión bilateral de este miércoles en respuesta a las maniobras militares de Seúl, y pone en duda el cara a cara de Singapur

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l horizonte se oscurece. Tras meses de acercamiento progresivo, Corea del Norte anunció por sorpresa la suspensión de su próxima reunión con Corea del Sur y puso en duda la misma cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump, prevista para el 12 de junio en Singapur. El motivo alegado por Pyongyang fueron las maniobras militares conjuntas que están llevando a cabo Estados Unidos y Corea del Sur.
La decisión norcoreana sorprendió en Seúl y Washington. El Departamento de Estado se apresuró a señalar que oficialmente nada había cambiado y que mantenía sus planes para celebrar el cara a cara entre Trump y el Líder Supremo. «Nos basamos en que Kim Jong-un dijo con anterioridad que aceptaba los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea de Sur», afirmó la portavoz Heather Nauert. El Pentágono insistió en que se trataba de maniobras de rutina y netamente defensivas.
En los ejercicios, llamados Max Thunder, participan un centenar de aviones, incluidos bombarderos estratégicos B-52, así como cerca de mil 500 soldados. Desarrollados anualmente, en esta ocasión el Pentágono se negó a embarcar periodistas con la idea de rebajar su perfil. Pyongyang no lo sintió así.
«Estas operaciones, que nos apuntan, suponen una flagrante violación de la Declaración de Panmunjom [acordada entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, durante su histórica reunión el 27 de abril pasado] y una provocación militar clara en contra de los desarrollos políticos positivos en la Península de Corea», señaló la agencia Yonhap citando a la norcoreana KCNA. «Estados Unidos tendrá que sopesar cuidadosamente todo lo relacionado con la prevista cumbre con Corea del Norte, a tenor de estos provocadores ejercicios militares conjuntos», añadió.
La andanada tiene efectos múltiples. El primero es que suspende la reunión de alto nivel que iban a mantener este miércoles representantes de ambas coreas en la frontera para desarrollar la letra pequeña de la Declaración de Panmunjom. En este texto, los dos líderes coreanos se comprometieron a avanzar tanto en «la completa desnuclearización de la Península» como «en establecer un sistema de paz permanente y estable». Con este objetivo, ambos países iban a tratar el fin de los actos hostiles en la divisoria, la apertura de una oficina conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong (en Corea del Norte), el establecimiento de vías de cooperación económica o la preparación de la siguiente reunión de familias separadas por la Guerra de Corea.
Mayor impacto tiene la amenaza sobre la cumbre de Singapur. Su puesta en duda supone una sacudida inesperada a un largo y complejo proceso diplomático. Tras meses de máxima presión estadounidense, el acercamiento entre Kim y Trump parecía haber enterrado el espectro de un enfrentamiento militar. Rebajada la tensión, abandonada la retórica bélica y multiplicados los gestos de buena voluntad, el cara a cara estaba destinado no solo a poner fin a la nuclearización de Corea del Norte sino a estabilizar políticamente la zona.
Los motivos de este enfriamiento súbito, así como su alcance permanecían anoche poco claros. La Casa Blanca se mantuvo a la expectativa y Trump guardó silencio. Entre los especialistas se entendió que el nuevo pulso tenía como fin intentar que negociaciones se reacomoden a los intereses norcoreanos.
«No es una sorpresa, forma parte del juego negociador de Kim; debe querer alguna concesión de China o Estados Unidos, o bien directamente ha llegado a la conclusión de que Washington está determinado a imponer la desnuclearización y quiere salir de la mesa de negociación», señaló el experto Anthony Ruggiero.

Desmantelamiento en marcha
Este martes, antes de la decisión de Corea del Norte de suspender los contactos, un análisis de las imágenes por satélite tomadas sobre la base de pruebas atómicas de Corea del Norte mostraba «una primera prueba definitiva» de que el régimen está desmantelando el sitio. Así lo consideraban expertos de la página especializada 38North a raíz del material obtenido el pasado día 7 de mayo, aproximadamente una semana después de que Kim Jong-un anunciara el cierre de la base donde se han llevado a cabo seis ensayos nucleares. El 27 de abril Kim Jong-un se comprometió a dar pasos para lograr la desnuclearización de la península coreana durante la cumbre histórica que mantuvo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

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