Declararan testigos en juicio contra Rousseff

Este viernes, 26 de agosto, inició el segundo día de deliberaciones para determinar si la mandataria suspendida, será restituida o destituida permanentemente

Redacción

[dropcap]S[/dropcap]enado de Brasil inició el viernes el segundo día de deliberaciones sobre si debe revocar permanentemente del cargo a la presidenta Dilma Rousseff.
La primera mujer presidenta de Brasil está acusada de efectuar maniobras fiscales para ocultar déficits.
Rousseff, quien está a la mitad de su segundo mandato, niega haber cometido violaciones y dice que sus enemigos están conduciendo un golpe de estado.
Sus detractores dicen que ella lo hizo para fortalecer su respaldo y argumentan que esas maniobras profundizaron la crisis en la mayor economía de Latinoamérica.
Se espera para hoy la declaración de testigos.
Varios días de testimonios, incluyendo un discurso de Rousseff el lunes, culminarán con una votación final la semana próxima.
En mayo, el Senado votó para impugnar y suspender a Rousseff por 180 días mientras se preparaba el juicio.
El vicepresidente Michel Temer, un ex aliado de Rousseff que ahora es su rival, asumió la presidencia interina en mayo. Si el Senado vota en favor de la salida permanente de la mandataria, Temer cumplirá el resto del término, hasta 2018.

Juicio interrumpido por gritos

¿Tiene moral el Senado para someter a juicio a Dilma Rousseff? La pregunta que lanzó una senadora provocó gritos y agravios este viernes en el segundo día de un juicio histórico de destitución contra la presidenta brasileña.
«Tienen que respetar nuestra posicion», profirió el jefe del Senado, Renan Calheiros, en medio de un clima de alta tensión que provocó dos suspensiones de las sesiones, en las que la defensa debe presentar sus argumentos en favor de la mandataria de 68 años.
El senado se convirtió en «¡un manicomio!», se quejó este emblemático legislador del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Sus dardos iban dirigidos a la senadora Gleisi Hoffman, del Partido de los Trabajadores (PT) y una de las más entusiastas defensoras de Dilma, suspendida en mayo.
«Este proceso es una farsa», dijo Hoffman este viernes. Un día antes, fue más letal: «¿Qué moral tiene el Senado para someter a juicio a Dilma?», preguntó.
Los debates en el Senado no son más que un reflejo de la profunda polarización en Brasil, marcada por un gigantesco escándalo de corrupción que salpica a todas las filas, tanto de izquierda como de derecha.
Todo en un contexto amargo: Brasil atraviesa la peor recesión en décadas y está golpeada además por una inflación de más del 10 por ciento, desempleo que afecta a 11 millones de personas y un déficit de 45 mil millones de dólares.
De los 81 senadores que deciden el futuro político de la ex guerrillera, más de la mitad tiene causas pendientes o están investigados por corrupción, incluido Calheiros, que tiene varias causas en los tribunales, y Hoffman.

(Con información de Excelsior)

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *