«El organillero errante»

Cuando una cosa es común en un lugar, en otra es rara. Proveniente de Chimalhuacán, Estado de México, un viajero prueba suerte viajando por Chiapas, en la espera de ser recibido con amor y unas monedas para continuar su travesía.

Fotografía y texto: Hugo Nandayapa

Viene de Chimalhuacán, Estado de México, en donde son considerados Patrimonio Cultural de la capital, pero ahora se encuentra viajando por Chiapas, viene a probar suerte; me comentó que su primera parada fue Tapachula, después Comalapa y ahora Comitán, en donde verá si la gente lo recibe con amor y unas monedas para continuar su viaje.
Los organillos llegaron a la Ciudad de México por primera vez en el siglo XIX, provenientes de Alemania.

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