En la Mira / Hector Estrada

¿Quién pagará el error del IEPC?

Tras la sentencia emitida por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que revoca las candidaturas del actual proceso electoral en Chiapas a sólo 10 días de la elección, surge una pregunta legítima para los responsables ejercicios democráticos: ¿Quién pagará el grave error cometido por el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC)?
No se trata de un asunto que deba tomarse a la ligera. Se fundamenta en un grave desacato a la ley federal en materia electoral que el Consejo General del IEPC simplemente decidió «pasar por alto» por razones que también generan «sospechas» acerca de su irregular actuación.
El IEPC es en Chiapas el responsable de organizar las elecciones, de vigilar el legal comportamiento de los partidos políticos y los funcionarios públicos en la materia, garantizar contiendas justas, pero sobre todo, hacer que se cumpla la ley sin miramientos. Sin embargo, es evidente que durante este proceso electoral no lo ha hecho.
Este jueves en una de las sesiones de Consejo más vergonzosas para la democracia chiapaneca, los Consejeros del IEPC reconocieron el grave desacató y fueron obligados a emplazar a los partidos para iniciar de inmediato la elaboración de nuevas planillas electorales donde se garantice el cumplimiento al principio de paridad de género.
Así, los partidos políticos tienen desde este jueves un total de 48 horas para formular sus nuevas listas de candidatos, conformadas con el 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres. En ese mismo tiempo serán suspendidas las campañas para reiniciarse con las nuevas candidaturas reajustadas a sólo tres días de que concluya el periodo permitido para el proselitismo electoral.
De manera ridícula, las nuevas candidatas únicamente tendrán de sábado a martes para realizar sus campañas, pasar a tiempos de veda electoral e ir directo a votaciones el próximo domingo 19 de julio, convirtiéndose esta situación en una de las circunstancias más ridículas y vergonzosas para la historia moderna de los ejercicios democráticos en México.
La ligereza, irresponsabilidad, inoperatividad y servilismo del IEPC han traído graves consecuencias para el proceso electoral vigente en Chiapas que está costando alrededor de 700 millones de pesos al erario público.
Aún no se ha especificado si se necesitará reimprimir las boletas y la documentación electoral que ya fue impresa con los nombres de los candidatos actuales, o qué sucederá con los millonarios presupuestos utilizados por candidatos que al ser emplazados ya no deberán aparecer en campañas o documentación electoral oficial.
Si bien la gran mayoría de los partidos demostraron su falta de compromiso con la denominada paridad efectiva, la principal responsabilidad es sin duda del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana que debería garantizar que las leyes se cumplan y no prestarse a pactos o acuerdos convenientes para los partidos políticos, donde paradójicamente el PVEM y el PRI fueron los más beneficiados.
El error no se subsana con reajustes de última hora que resulta una burla para Chiapas, alguien debe pagar las consecuencias de semejante error. Por mera vergüenza, el Consejo General del IEPC deberá implementar acciones drásticas a su interior, por lo que una reestructuración o una que otra renuncia no estarían mal.

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