En la Mira / Hector Estrada

Omisión legislativa mantiene acéfala a CEDH en Chiapas

En medio de un contexto tan complejo como el que actualmente se vive en Chiapas, con un tenso proceso electoral y el desenlace sexenal en puerta, la ausencia de un titular en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) resulta un pendiente de suma preocupación que no puede postergarse por más tiempo.
Han pasado más de 30 días desde la salida del controversial expresidente, Juan Oscar Trinidad Palacios, y el Congreso de Chiapas ha caído en serias omisiones respecto a la aplicación del inmediato procedimiento correspondiente. Por ley, los legisladores chiapanecos debían haber iniciado ya el proceso de consulta pública a fin de obtener las propuesta para presidir el organismo.
Sin embargo, de manera irresponsable y sospechosa, parecen haber olvidado el tema en la agenda legislativa. Han preferido tener al frente de la CEDH a un encargado de despacho que, más allá de sus capacidades, peligrosamente no posee las misma atribuciones legales que un presidente en funciones. La situación es alarmante desde diferentes ángulos, pues se mantiene a la CEDH funcionando a medias.
El titular actual no tiene facultades para realizar procedimientos como recomendaciones específicas. Además se dificulta la instalación del Consejo Consultivo (ciudadanizado) que desde hace años debió haber instaurado el propio Juan Oscar Trinidad. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos necesita tener todos sus engranajes para funcionar de manera adecuada, y los días siguen trascurriendo.
Hoy el legislativo chiapaneco se encuentra violando el principio de legalidad al omitir los ordenamientos jurídicos en la materia. El organismo requiere de certidumbre absoluta para enfrentar un escenario tan complicado y encrudecido como el de Chiapas. Asuntos como los conflictos en los municipios indígenas, la ola de crímenes de odio y los abusos cometidos en contra de cientos de damnificados por los terremotos de septiembre, entre otros, son temas que requieren de una CEDH no acéfala.
El proceso para la elección del nuevo ombudsman chiapaneco debe abordarse como una gran oportunidad para recomponer el rumbo del organismo no jurisdiccional. La convocatoria para realizar una consulta pública debe ponderar postular candidatos con perfil de defensoría en materia de derechos humanos y trabajo constatado en las redes de la sociedad civil. La imposición de personajes por meros compromisos políticos ha dejado malas experiencias y serias lesiones a los derechos humanos en Chiapas.
El Congreso del Estado está obligado no sólo a iniciar de manera inmediata el proceso de consulta púbica, sino también de garantizar un procedimiento distinto que garantice la participación ciudadana y la injerencia prioritaria de las verdaderas organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos para llevar a la cabeza de la CEDH a la mejor propuesta para una nueva defensoría institucional.
La ciudadanía exige la reivindicación de un organismo que durante los últimos años ha jugado en contra de muchos derechos que debería defender de oficio. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos es un elemento esencial de justicia y garantía de salvaguarda a la dignidad humana que debe funcionar a cabalidad por el bien de todos y todas… así las cosas.

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