En la Mira / Hector Estrada

El inmejorable escenario para Morena y Rutilio en Chiapas

Después de dos sexenios llegó finalmente la ansiada candidatura al gobierno de Chiapas para Rutilio Escandón Cadenas. Un proyecto político que se le negó durante los dos gobiernos perredistas en la entidad chiapaneca y terminó concretándose al interior de la siglas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tras su estratégica participación en el gobierno del Partido Verde Ecologista en Chiapas.
A Rutilio las cosas le salieron incluso mejor que conforme a lo planeado. Las circunstancias políticas lo colocaron en una posición inmejorable a la hora de las definiciones en Morena. El fortalecimiento de Andrés Manuel López Obrador y la ruptura silenciosa entre el gobierno de Manuel Velasco Coello y Enrique Peña Nieto lo convirtieron de facto en la opción más conveniente para los involucrados.
La amistad y evidente lealtad de Escandón con Velasco y Obrador lo volvieron el candidato preciso para los intereses de ambos. Y así se dieron las cosas de manera sencilla. Desde la designación de los «coordinadores» de campaña en 2017 los acuerdos estaban hechos. Rutilio se convirtió en el aspirante al gobierno de Chiapas que transitó con mayor tranquilidad al registro final de su candidatura.
Pero, ¿quién es Rutilio Escandón Cadenas?.. el hoy abanderado de Morena al gobierno de Chiapas nació el 3 de mayo de 1958 en el municipio de Venustiano Carranza. Proviene de una familia de escasos recursos dedicada al campo. Tras concluir la secundaria obtuvo una beca para continuar sus estudios en el estado de Baja California; ahí concluyó la Licenciatura en Derecho y comenzó su trayectoria profesional.
Sin embargo, fue el encuentro en aquel estado con el también chiapaneco Milton Castellanos Everardo, gobernador de Baja California de 1971 a 1977, lo que se convirtió en el verdadero parteaguas para su carrera. Castellanos Everardo no sólo fue su padrino político sino también su mentor. El ex gobernador priista lo motivó a incursionar en el periodismo. Así inició su participación en el periódico Novedades, del que fue editor y líder sindical.
En la función pública Escandón ocupó cargos como director del Registro Público de la Propiedad, director del Trabajo y Previsión Social y presidente del Comité Electoral de Mexicali, entre otras responsabilidades de la administración estatal de Baja California, donde vivió alrededor de 13 años.
Así, con la recomendación y protección del ex gobernador de Milton Castellanos regresó a Chiapas durante la primera mitad de las década de los noventas. En 1993 inició inició su carrera política en la entidad chiapaneca ocupando el cargo de subdelegado regional del Instituto Nacional de Migración. Después de eso fundó lo que hoy es el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, siendo el primer director general.
Hizo buena amistad con el ex gobernador Eduardo Robledo Rincón, pero los desencuentros con la dirigencia estatal del PRI en Chiapas terminaron provocando su rompimiento con ese partido para luego incorporarse a la filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ahí es donde comenzó realmente su incursión en la política en las contiendas electorales.
Fue candidato a diputado local por el PRD, Secretario General del Comité Ejecutivo Estatal del PRD y candidato al Senado de la República en el año 2000. Pese a perder la elección contra el mismo José Antonio Aguilar Bodegas, ese mismo año asumió un escaño en el Senado por el principio de primera minoría. Desde ahí comenzó a fraguar su principal proyecto político: la candidatura al gobierno de Chiapas por el PRD.
Su creciente amistad con los hermanos López Obrador (Pío y Andrés Manuel) parecían abonarle el camino, pero las cosas no se le dieron. Los acuerdos entre el entonces gobernador Pablo Salazar Mendiguchía y AMLO terminaron entregándole la candidatura a Juan Sabines Guerrero. A Escandón le tocó conformarse con una diputación plurinominal, esperando la revancha en 2012.
Pero en 2012 tampoco se dieron las cosas. Los pactos finales para encumbrar la candidatura de Manuel Velasco Coello y la inserción de María Elena Orantes como relleno de boleta electoral cambiaron sus estrategias. Se sumó de llenó al proyecto y la administración de Manuel Velasco Coello, utilizando su vínculo como interlocutor entre el gobierno de Velasco y López Obrador, esperando a que las condiciones se dieran. Y así sucedió.
Finalmente este miércoles Rutilio logró su anhelada inscripción como candidato al gobierno de Chiapas ante escenarios que ni el mismo planeó tan a la perfección para su proyecto, como abanderado de Morena, con el apoyo del gobierno estatal y sin candidatos verdes en el panorama. Es hoy la carta más fuerte para la tranquilidad de Velasco en Chiapas y, con ello, una de las candidaturas estatales más prometedoras de Obrador rumbo a los comicios del 1 de julio… así las cosas.

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