En la Mira / Hector Estrada

Rutilio y el gobierno espejo de Obrador en Chiapas

Han pasado apenas dos semanas desde que se conociera el nombre del gobernador electo de Chiapas y el poder de Manuel Velasco Coello parece comenzar a diluirse con el avance de los días. La injerencia de Rutilio Escandón Cadenas en las decisiones de la «política extraoficial», esa de la que casi nunca hay evidencia pero determinada muchas de las decisiones más importantes, toma fuerza paulatinamente.
Y los primeros indicios del rumbo que tomará su gobierno no parecen muy distantes al de su campaña electoral. Mediante sus primeras declaraciones, posturas y posicionamientos como gobernador electo de Chiapas, Escandón Cadenas ha dado un mensaje claro: la administración morenista en la entidad chiapaneca apunta a convertirse en un replicador las políticas federales. Será pues un «gobierno espejo».
Para muestra de ello está lo declarado apenas el pasado jueves cuando aseguró que en el gobierno de Chiapas se aplicarán exactamente las mismas medidas en materia de austeridad, realizando una «reducción de salarios a los altos funcionarios a fin de hacer los ajustes necesarios que permitan incrementar el sueldo a las y los trabajadores que ganan menos».
A lo anterior súmele usted lo prometido en materia de combate a la corrupción, respeto a los derechos humanos y hasta la conformación de un gabinete con personas «honorables». El mismo discurso de Andrés Manuel López Obrador como presidente electo de México, pero en su escala local. La determinación nacional o la voluntad estatal parecen estar perfectamente definidas: no moverse de la línea trazada por la dirigencia nacional.
Y aunque el escenario podría advertir algunas complicaciones respecto a aplicación de políticas específicas para Chiapas, también podría ofrecer su ciertos beneficios a la hora de aterrizar políticas federales en la entidad. Rutilio Escandón enfrentará en Chiapas un contexto verdaderamente complicado. Una situación que lo obliga a fijar posturas y determinaciones mucho antes del 8 de diciembre.
Para hacer efectivas las promesas replicadas de Obrador en Chiapas Escandón necesitará sacudirse bastante del lastre heredado por su antecesor. No podrá haber combate a la corrupción sin justicia. Rutilio tiene desde ahora en sus manos la posibilidad de comenzar a cambiar las cosas, desde su nuevo copo de poder inmejorable, con el respaldo del presidente electo, un futuro congreso federal con la mayoría de su partido y un legislativo estatal sin mayores complicaciones.
En el ocaso adelantado de Manuel Velasco, Rutilio Escandón tiene ya bastante del poder estatal en sus manos. Ha comenzado a tomar decisiones de la «política extraoficial» que ofrecen buenas señales sobre su determinación para comenzar a sacudirse parte de la herencia sexenal, y todo apunta que se irán endureciendo con el paso de los meses. Chiapas ha padecido ya bastante durante los últimos años y requiere de decisiones contundentes que transformen las promesas de cambio en realidades palpables… así las cosas.

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