En la Mira / Hector Estrada

Oxchuc ¿Autodeterminación o desarticulación priista?

El cambio del sistema de partidos políticos al de asambleas como forma para elegir a autoridades municipales en Oxchuc va mucho más allá de la simple modificación del modelo electoral para cumplir con el derecho constitucional de autodeterminación de los pueblos indígenas, apunta a convertirse en «prueba piloto» del nuevo gobierno para desarticular décadas de cacicazgos en municipios de Chiapas donde el PRI y el Verde han mantenido secuestrado el poder político a costa de lo que sea.
El caso de Oxchuc es emblemático desde cualquier ángulo en que quiera analizarse. La guerra intestina entre los añejos grupos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los nuevos financiados por Manuel Velasco y el Partido Verde dejaron durante los últimos años un legado de violencia, desplazamientos forzados y muerte. Cientos de familias expulsadas, decenas de heridos y tres víctimas mortales son el resultado de tres años de enfrentamientos.
La aún presidenta municipal María Gloria Sánchez Gómez y su esposo, Norberto Santíz López, son uno de los ejemplos más claros del empoderamiento a caciques orquestado por la ambición de gobiernos y partidos políticos para garantizar su control y permanencia en los ayuntamientos.
Y es que, bajo diversas imposiciones y negociaciones políticas, Gloria y Norberto han mantenido el control del gobierno municipal por alrededor de 10 años. No ha habido fuerza social o política que haya podido arrebatarles el poder. La inconformidad elevó la tensión desde los últimos años de la administración de Juan Sabines Guerrero.
La población estaba ávida de un inminente cambio en el control municipal y no era para menos. Hasta antes de la elección de 2015 el fin del cacicazgo parecía la salida más viable para terminar con el encono y el hartazgo social, pero la ambición política de Manuel Velasco llevó la situación a un callejón sin salida.
Norberto y Gloria habían contendido y gobernado siempre bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Eran parte de un añejo control priista en ese municipio y ahí es donde estuvo el meollo de los perversos acuerdos con el gobierno del Verde Ecologista y sus alfiles para negociar posiciones.
Pese a la oposición férrea de los líderes de 87 de 115 comunidades, el gobierno de Velasco decidió sentarse a negociar con los caciques. El acuerdo fue sencillo: operar la imposición de Gloria Sánchez, mantener su poderío a cambio de mudarse al PVEM y entregar su control operativo municipal al proyecto de sucesión verde. Los reclamos y exigencias del movimiento opositor interno importaron poco a Velasco, pues se trataba de «arrebatar» un importante bastión priista.
Ese fue el filo que reventó el tenso hilo. A los pobladores inconformes por la imposición verde se sumaron los violentos grupos priistas «de cepa» que se sintieron traicionados y aplastados por la maniobra gubernamental, y la violencia intestina se desató sin posibilidad de control inmediato.
Al gobierno en turno la bomba le estalló en las manos y los rebasó en capacidad, como en otros tantos casos similares. Oxchuc se convirtió muy pronto en un polvorín sangriento a consecuencia de malas decisiones y ambición política. Por eso la intempestiva solicitud de licencia de María Gloria en 2016… por eso la ola de violencia y descontrol al interior de un municipio durante los últimos años.
Arrebatar al Verde el gobierno de Oxchuc parecía una salida fácil para atender paliativamente el problema, pero abría la posibilidad de un reempoderamiento priista y eso tampoco resultaba conveniente a los intereses de Morena. Eliminar el sistema de partidos políticos no sólo ofreció poner fin a la violencia de confrontación entre el PRI y el Verde, también posibilitó la desarticulación de viejas estructuras partidistas y la filtración «amable» del gobierno Moreno a los nuevas estructuras de poder.
Es justo ahí donde está lo interesante de la maniobra, avalada por el mismísimo Andrés Manuel López Obrador. Los resultados de lo que suceda en Oxchuc, con todo y las complejidades socioculturales, podría determinar el destino otros municipios indígenas de Chiapas donde las confrontaciones partidistas y la ingobernabilidad son igual de complejas y exigen también medidas urgentes como esa… así las cosas.

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