En la Mira / Hector Estrada

Inconciencia humana e ineficacia preventiva devoran a Chiapas

La falta de conciencia entre la población y eficientes medidas de prevención por parte de las autoridades han colocado a Chiapas en un complejo escenario entorno a la incidencia de incendios forestales durante el 2019. Más de ocho mil hectáreas han sido consumidas por el fuego, afectando a importantes zonas naturales protegidas como la reserva del «El Triunfo», donde más de 130 hectáreas resultaron devastadas en medio de un incendio difícil de contener.
De acuerdo al último informe del Centro Estatal de Control de Incendios Forestales (CECIF), durante la actual temporada de estiaje en Chiapas se han registrado -hasta el 18 de abril- 994 incendios que han dañado más de 8 mil 164 hectáreas en distintos puntos de la geografía chiapaneca. En las últimas semanas se han reportado un promedio de hasta 20 incendios por día en la entidad.
Son los municipios de Cintalapa, Mazatán, Jiquipilas, La Trinitaria, Mapastepec, Villaflores, Chiapa de Corzo, Ixtapa, Arriaga y Tonalá los que mayores afectaciones han tenido en cuestión de hectáreas siniestradas. Sin embargo, los daños por incendios forestales han perjudicado fuertemente al menos a 35 municipios de Chiapas donde el fuego se ha salido de control.
Y no se trata de un problema menor. El asunto ha comenzado a rebasar la capacidad de maniobra de las autoridades estatales que han requerido de ayuda extraordinaria para hacer frente a la situación. Apenas el pasado 13 de abril fue necesaria la intervención de elementos de la Secretaría de Marina para ayudar a sofocar un fuerte incendio forestal que devoraba varias hectáreas dentro del municipio de Jiquipilas.
Se trata pues de un problema que tiene origen en la inconciencia social y la falta de medidas eficaces que permitan reducir la incidencia. Y es que, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), más del 90 por ciento de los incendios forestales han sido ocasionados por actividades humanas; de estos, el 80 por ciento son provocados para actividades agrícolas como la preparación de los terrenos para la siembra y las áreas colindantes con los bosques para el alimento del ganado.
Desde septiembre de 2002 la Comisión Nacional Forestal es la institución federal encargada de operar el Programa Nacional de Protección contra Incendios Forestales en México, que tiene como objetivo proteger los recursos forestales de la presencia de incendios y atacar las causas que los originan. Son alrededor de 300 millones de pesos que se destinan anualmente para este rubro que con el paso de los años se ha agravado aceleradamente.
En Chiapas las condenas judiciales para castigar las quemas provocadas parecen no ser suficientes. Siguen siendo una práctica recurrente entre agricultores y comuneros. Los artículos 457 y 458 del Código Penal para el Estado de Chiapas sanciona este ecocidio con penas que podrían alcanzar hasta 12 años de prisión, sin derecho a libertad condicionada.
Tan sólo en Tuxtla Gutiérrez se han realizado cuatro denuncias penales ante la Fiscalía Especial para Delitos Ambientales, con alrededor de 13 arrestos administrativos instrumentados por autoridades municipales, debido a incendios forestales provocados. Pero la incendios no se han detenido. Las viejas prácticas siguen ganando a la lucha de las autoridades y organizaciones ambientalistas que buscan generar conciencia entre quienes realmente originan el problema.
Se trate de campañas más agresivas de concientización o el incremento de condenas panales resulta evidente que los esfuerzos aún son insuficientes. Se requiere de un replanteamiento urgente de estrategias que reduzcan la incidencia y, sobre todo, las afectaciones de un problema cuyas facturas resultarán cada vez más costosas con el paso de los años… así las cosas.

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