En la Mira / Hector Estrada

¿Peligra Ceremonia del Grito en Tuxtla?

Con el inicio del mes de septiembre cada vez son más fuertes lo rumores en Palacio de Gobierno sobre la posibilidad de que este año la ceremonia del Grito de Independencia no se realice en la capital chiapaneca, pues resulta evidente que las condiciones sociopolíticas en la ciudad no están dadas para que el gobernador encabece semejante acto público.
Entre los allegados al mandatario chiapaneco las recomendaciones sobre la búsqueda de una sede alterna toman mayor seriedad con el pasar de los días, justo a dos semanas de que llegue la fecha y Manuel Velasco tenga que salir al balcón para enfrentar a los centenares de chiapanecos que se darán cita ese día en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez.
Y es que, aunque la veda electoral concluyó desde hace ya más de un mes, la agenda pública de Manuel Velasco en la capital chiapaneca se ha limitado a eventos privados y actos estrictamente controlados para evitar su exposición a las masas, siendo la entrega de la Medalla Rosario Castellanos el único evento reciente en el que tuvo que verse de frente con la ciudadanía y los resultados fueron desastrosos.
Para que se entienda mejor, desde hace casi un mes y medio al Gobernador de Chiapas simplemente no se le agendan eventos públicos en Tuxtla Gutiérrez, teniendo que recurrir a actos de inauguración de luminarias a altas horas de la noche y sin presencia de colonos, reinauguración de carreteras con personas previamente seleccionadas y hasta la colocación primeras piedras como eventos exclusivos para la cámara y los «protagonistas de la fotografía».
Adelantándose a la posible cancelación de la «Ceremonia del Grito» en la capital chiapaneca, el Ayuntamiento tuxtleco (por instrucciones del Gobierno del Estado) ha autorizado ya la colocación de juegos mecánicos y puestos de feria frente al Palacio de Gobierno y su balcón principal, ahí donde el próximo 15 de septiembre la ciudadanía debería congregarse para conmemorar la independencia nacional.
Lo cierto es que en Tuxtla Gutiérrez la imagen del mandatario chiapaneco enfrenta uno de sus peores momentos en aceptación popular. La efervescencia post electoral en la capital ha colocado a Velasco Coello como el centro de la indignación y rechazo ciudadano, con uno de los peores niveles de popularidad para un gobernador en los últimos años.
Hacer que Manuel Velasco salga a balcón y encabece la «Ceremonia del Grito» en la capital chiapaneca lo expone a inminentes muestras de rechazo dentro de uno de los pocos eventos públicos anuales que concentran las miradas expectantes en su figura; unos de los pocos actos masivos que lo expone de manera presencial ante las masas.
Para que Manuel Velasco salga a ondear la bandera nacional frente a los tuxtlecos el próximo 15 de septiembre se requerirán de mayores controles que los usados los años recientes cuando llenaron de miembros de asambleas de barrio y acarreados gran parte de la plaza central en Tuxtla Gutiérrez, y ni así lograron acallar a los incomodos abucheos.
Por eso no deberá sorprender que la propuesta sobre una sede alterna logre concretarse y la ceremonia protocolaria sea trasladada a una ciudad como Comitán de Domínguez donde las aguas están menos revueltas, pues de lo contrario seguramente veremos al corazón de la capital chiapaneca convertido en una zona de alto control donde la ceremonia del Grito sirva de una simple puesta teatral lejana a la realidad social que vive la entidad.

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