En su cierre en la CDMX, slo Anaya celebr

La gente se aglutinó y los ánimos se exaltaron. Los asistentes aplaudieron, gritaron, levantaron los brazos y alzaron los puños, sin embargo, entre las sonrisas también se notó el cansancio (que si no el hartazgo). «No nos podemos negar, aunque no hay castigo, sí hay consecuencias», explicó agobiada una asistente al evento

Redacción

[dropcap]L[/dropcap]a gente se aglutinó y los ánimos se exaltaron. Con niños en brazos y banderas al viento hubo fiesta en el Paseo de la Reforma capitalino para celebrar el cierre de campaña de Ricardo Anaya Cortés y Alejandra Barrales Magdaleno.
Hubo quienes madrugaron para llegar a las 11 de la mañana. Karina vino desde Texcoco para «apoyar a su partido». Tuvo que despegar la cara de la almohada a las cinco. Ella, su esposo, su hermana y su «chiquitín» apoyan a la candidata del Sol Azteca a la Jefatura de la Ciudad de México.
A Javier le tocó caminar y tomar un camión desde Iztapalapa. Empezó a las siete de la mañana porque tenía que reunirse con integrantes de su grupo, del Frente Popular Francisco Villa.
«Nos prometieron departamentos», dijo el ejidatario y albañil que apoya a la organización que demanda viviendas (entre otras cosas).
Antes de las 11:00 horas de este domingo, adultos, jóvenes y mayores; simpatizantes, militantes y arrimados comenzaron a tomar las calles aledañas al Ángel de la Independencia. El azul, el amarillo y el naranja tiñeron entonces la icónica avenida de la Ciudad de México.
«¡Juntos por la victoria!» ¡Presidente… Presidente!» «¡Viva México!» «¡Nos tienen miedo!» «¡Vamos a ganar!», fueron las consignas y los cánticos que despertaron el ánimo proselitista.
Hubo música de banda y la tonada naranja volvió a sonar. La gente encaró, en todo momento, al escenario improvisado donde representantes del Frente, además de Anaya y Barrales, tomaron el micrófono para prometer la «renovación» de sus vidas.
«Vamos a acabar con la corrupción y la impunidad», «paz» y «mejores empleos» para todos. La violencia no habrá más, prometieron los candidatos y políticos del Frente.
«Voten», «apoyen a sus candidatos», fue la orden del día.
La gente aplaudió, gritó, levantó los brazos y alzó los puños. Pero entre múltiples sonrisas también se notó el cansancio (que si no el hartazgo).
«Apoyo a Ricardo porque mis papás lo apoyan», dijo Jimena, de no más de ocho años. Su papá, quien se identificó como Alberto Suárez, dijo que el panista era mejor candidato «que López» porque «nada más promete sin ser concreto. Cuando estuvo en la ciudad logró mejoras, pero no cambió la situación. Anaya tiene ideas claras y hemos votado por el PAN desde que el PRI nos traicionó», dijo a SinEmbargo.
En cambio, una trabajadora delegacional, que portaba una gorra amarilla y una playera blanca con el logo del Frente, se mostró agobiada. «Hay dinámicas para estos eventos y no nos podemos negar. Si uno se niega, no te castigan necesariamente. Pero sí hay consecuencias y hay que estar bien para comer mejor», refirió.
Grupos de las 16 delegaciones capitalinas estuvieron presentes. El Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno local llevó a sus integrantes a la masa.
Entre los presentes hubo colección de motivos para asistir.
«Nos mandaron», explicó una señora que no quiso dar su nombre.
¿Quién la mandó?, se le cuestionó. «Nos mandaron», repitió. Poco después se acercó un señor: «Nos dijeron que nos darían mejores condiciones laborales. Nos dijeron que teníamos que asistir o nos ponían falta. No hay más. Nos tenemos que ir porque vamos a perder el grupo», comentó.
«Vamos por todo», rezaba, asimismo, el mensaje en la cartulina de un señor. Vino desde Iztapalapa. «Vine por voluntad. Qué gusto verte, qué gusto estar aquí», dijo con una sonrisa, luego de una hora de promesas y palabras. Luego de horas más de espera, que poco a poco, desgajaron la cara de los asistentes.
El cansancio y el sudor también fueron al evento, y quienes hondearon los colores y vistieron las playeras blanquiazules, gualdas y naranjas, comenzaron su retirada poco después del mediodía.
Un hormiguero alborotado comenzó a huir después de las 12:00 horas. Anaya y Barrales se habían ido y comenzó la dinámica popular.
Las banderas llenaron camiones de basura. Otras fueron plegadas o amarradas y llevadas por algunos organizadores.
En las banquetas y en la calle la gente comenzó a comer y a beber. Inclusive, como si se tratara de un picnic dominical, hubo quien sacó sus sillas, el refresco y las tortas para llenar el hueco en el vientre.
Los niños y los ancianos se centraron a ras de suelo. Otros atiborraron las bancas de Reforma. Y la señora de los elotes hizo su agosto. También la de las tostadas.

Prometen transparencia y paz

«Nos hemos propuesto a ser el primer gobierno de coalición del país […] y en las coaliciones que hemos formado hemos acabado con el pacto de impunidad», dijo el candidato presidencial de «Por México al Frente», Ricardo Anaya Cortés, quien asimismo recalcó que durante su mandato habrá justicia y un México «seguro y en paz que podremos lograr si trabajamos en equipo».
El panista también aseveró que los ex gobernadores Roberto Borge, de Quintana Roo, y Javier Duarte, de Veracruz, están en la cárcel «porque terminamos el pacto de impunidad y eso es lo que vamos a hacer a nivel nacional».
Acerca del Presidente Enrique Peña Nieto, explicó que los ataca porque les tiene miedo. «Cuando yo sea Presidente de México, habrá una Fiscalía que investigará al Presidente Enrique Peña Nieto y los casos de corrupción del sexenio», reiteró ante cientos de simpatizantes del PAN y del PRD.
Previo a la llegada del candidato presidencial y de la aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, cientos de simpatizantes y militantes se aglomeraron sobre Paseo de la Reforma. La Sonora Dinamita animó el ambiente antes del mitin programado a las 11:00 horas. «Vamos a ganar», fue el lema de este día.
Alejandra Barrales, por su parte, aseguró que será ella «quien derrote la opacidad» y señaló que hará especial esfuerzo para apoyar a las «jefas de familia» cuando gane las elecciones.
Barrales dijo que «el otro proyecto» -en referencia al de Morena- sólo «señala los problemas […] y los hace más grandes». Al respecto, comentó que es una postura de «poca responsabilidad» y que ellos no actuarán así. También explicó que como «persona responsable», reconoce que hay mucho qué hacer (en materia de inseguridad, pobreza, corrupción y desigualdad) y que sus propuestas son «las mejores».
«Voy a trabajar para hacer de la Ciudad de México la más segura de este país, porque a diferencia del otro proyecto […] nosotros no vamos a perdonar a la delincuencia […]. Y voy a sacar al narco de esta ciudad, me cueste lo que me cueste porque soy una mujer de palabra», añadió.
Prometió, además, que los niños y jóvenes de la Ciudad podrán asistir a la escuela. Para ello, dará 2 mil 500 pesos a las madres de familia y garantizará el ingreso escolar «apenas lleguemos a la Jefatura de Gobierno».
Asimismo, se comprometió a erigir una segunda Ciudad Universitaria y un segundo parque Chapultepec en el oriente de la capital del país. «Vamos a poner el Oriente por delante. Allí va a estar el renacimiento» capitalino, señaló, porque «queremos el renacimiento de nuestra ciudad».

(Con información de SinEmbargo)

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