Entrelineas / Jorge Ceballos

AMLO no está escuchando al pueblo

Desde hace casi dos décadas, los mexicanos comenzaron a familiarizarse con la frase más concurrida de Andrés Manuel López Obrador: «combatir y erradicar a los integrantes de la Mafia del Poder», ella, le llevó a convertirse en el líder histórico de las izquierdas del México actual.
Erradicar a los miembros de una minoría rapaz y combatir a los que han saqueado al país despertó consciencias. Por ello, millones de mexicanos se volcaron a las urnas el pasado 1 de julio y le otorgaron un contundente triunfo que lo llevará en menos de dos meses a ocupar la máxima magistratura de este flagelado país.
Si existe un político que conoce las necesidades de los pueblos, estados y municipios de México es precisamente López Obrador, porque desde 2006, se aventuró a buscar la presidencia de la República, el tercer intento -ya se sabe- fue el bueno, su belicosidad y la moralidad que ha representado le ayudaron a ganar hace unos meses.
El domingo, cerró su gira de agradecimiento, lo hizo precisamente en Chiapas, un Estado más que golpeado por el saqueo, la corrupción y la frivolidad de una clase gobernante como la que criticaba: rapaz, ambiciosa, corrupta y ladrona.
Llamó la atención del reportero que, el futuro presidente de México, estuvo rodeado en el presidium en Tuxtla Gutiérrez, de personajes que lejos de estar gozosos por contar con el aval y cariño de quien dirigirá al país a partir del 1 de diciembre, deberían estar temerosos de que el brazo de la justicia los alcance por el saqueo en hundieron a Chiapas.
Ver como en la mesa en la que estaba Andrés Manuel López Obrador, se encontraban personajes como Eduardo Ramírez Aguilar, Manuel Velasco Coello, Humberto Pedrero Moreno y otros que del saqueo y la corrupción hicieron un deporte, de verdad que resulta un insulto para quienes en la jornada electoral de julio salieron a emitir un voto a favor del cambio.
En Chiapas, no se puede decir que al presidente electo lo trajeron a ciegas, sin saber que terrenos y Estado visitaba, y no puede pensarse eso, porque simplemente aquí vive aquel quien prometió cambiar las cosas.
Conociendo las entrañas de Morena en Chiapas a como las conoce el reportero, podría decirse que muchos chiapanecos que soñaban con cambiar las formas de hacer política, se han quedado con un palmo de narices desde que López Obrador prácticamente adoptó a la gavilla que robó a sus anchas.
Son muy pocos de los que en el pasado gastaron suela, sudor y saliva convenciendo a más ciudadanos de que era necesario el cambio los que estaban a lado de Andrés Manuel el domingo, si acaso estaban Manuel Obrador Narváez, Marcelo Toledo, José Antonio Aguilar Castillejos y Oscar Gurría Penagos, de ahí en fuera, puros miembros distinguidos de la llamada Mafia del Poder.
La sonrisa cínica, perversa y burlona de Manuel Velasco, cala hasta los huesos de miles de chiapanecos que quisieran verlo pagar por cada una de sus malas acciones en contra de un pueblo que le confió el poder hace seis años.
Eso, debería comprenderlo y entenderlo López Obrador, para de una vez por todas poner en su lugar al aun gobernador, quien lejos de sumarle adeptos, solo le genera descontento antes de la toma de posesión al tabasqueño.
¿Quién en su sano juicio podría meter las manos al fuego por Manuel Velasco? Obvio, solo aquellos que fueron cómplices de sus actos de corrupción.
¿Acaso López Obrador no sabe que cientos de empresario están en la ruina porque el gobierno de Velasco no les pagó desde hace varios años? Por supuesto que lo sabe, porque los hombres y mujeres de negocios, denunciaron muchas ocasiones y más, porque algunos fueron hasta su casa de transición a buscar su intervención.
¿No sabe Andrés Manuel que Chiapas vive una crisis de salud por los desvíos millonarios que propició este gobierno? Claro que lo sabe porque se ha documentado en diversos medios.
¿El futuro presidente no conoce acaso la actitud de Jesús Agustín Velasco Siles tío del gobernador quien dio una patente de Corzo a más de un funcionario para saquear a sus anchas? Desde luego que lo sabe.
Todas los problemas generados por Manuel Velasco y compañía las conoce tan bien López Obrador que, gracias a ello, la gente votó en contra del proyecto del aun gobernador, eso ayudó a holgar el triunfo del tabasqueño en una tierra golpeada por la corrupción.
Durante años, Andrés Manuel López Obrador repitió hasta el cansancio que el pueblo es sabio y jamás se equivoca ¿entonces por qué no está escuchando a un pueblo sabio que exige justicia?
De los que se van del gobierno, más de uno se relamió los labios cuando Andrés Manuel López Obrador anunció inversiones por 32 mil millones de pesos para la entidad en 2019, imaginaron la cantidad de negocios que podrían hacer con ese dinero. Hasta la próxima.

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