Entrelineas / Jorge Ceballos

Ley del garrote la opción de Velasco

Mientras en el interior del Congreso del Estado, la podredumbre vestida con finas prendas de vestir, era espectadora y aplaudidora del monologo presentado por Manuel Velasco Coello con motivo del sexto informe de su desastroso gobierno, afuera un sector de la población estaba siendo humillada, gaseada y peor: sus derechos humanos trastocados.
Niños, mujeres, sociedad civil, personas desplazadas de comunidades indígenas y trabajadores del sector Salud, fueron víctimas de la represión gubernamental implementada para no aguarle la fiesta a Velasco Coello ante sus invitados y cortesanos, quienes simplemente guardaron sepulcral silencio.
Mientras dentro de la sede del Poder Legislativo habían hombres y mujeres que parecían sepulcros blanqueados (podridos por dentro), afuera chiapanecos de a pie, estaban sufriendo los atropellos de una policía troglodita, la cumplimentaba a la perfección la orden emitida de evitar que la última fiesta del «señor» se viera afectada.
Los atropellos del sábado por parte de las autoridades locales, no es más que la respuesta de un gobernador fallido que, en lugar de terminar dignamente, dando la cara y aceptando las pifias cometidas, prefirió recurrir a la política del garrote y la represión.
Criticable la actitud sumisa de legisladores locales de Morena, del coordinador de la bancada de ese partido en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, quien sonriente se retiró de la sede del Legislativo sin hacer un solo comentario a la apabullante actitud represora de un gobierno corrupto de principio a fin.
Lejos han quedado las defensas a ultranza de la izquierda encabezada por Andrés Manuel López Obrador y sus principales seguidores, cuando ocurrían actitudes represivas en contra de la ciudadanía.
No podemos perder de vista que, entre un sector mayoritario de los chiapanecos, existe un malestar generalizado, por los hechos del sábado, pero de igual forma, hay quienes están molestos porque no han visto, ni escuchado un solo posicionamiento de los representantes populares emanados de Morena. Y nadie en ese partido ha expresado su repudio, porque simplemente Manuel Velasco Coello, está blindado a nivel central: no se le puede tocar ni con el pétalo de una rosa.
A nivel nacional se ha dado la instrucción de que el gobernador chiapaneco, debe gozar de impunidad, porque simplemente le están pagando con creces los favores de campaña, como si no bastara que sus principales colaboradores estén en posiciones de poder aun cuando las sombras de la corrupción los perseguirá el resto de la vida.
Lo visto luego de los hechos violentos implementados por el gobierno del Estado a través de miembros de la Policía Estatal, es aberrante, gente que exige el pago de salarios y de indígenas desplazados en lugar de ser atendidos fueron atropellados.
Al ver la actitud la izquierda en Chiapas surge una interrogante:
¿Dónde estaban los grandes defensores de la ciudadanía mientras un sector de la población era humillada, reprimida, gaseada y sus derechos humanos pisoteados?
De los políticos identificados con Velasco Coello, es entendible que intentaran minimizar la represión, porque son cortesanos de quien canallamente ha llevado las riendas del poder, sin embargo, de la gente que surgió de la izquierda cansada de las malas prácticas gubernamental, simplemente no se entiende. Hasta la próxima.

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