Entrelineas / Jorge Ceballos

Morena, en peligro

Si existe un partido que terminó un tanto desgastados después del proceso de registro de candidatos a las alcaldías en Chiapas, ese fue sin duda Morena. Muchos nos hemos quedado con la boca abierta al ver la mutación que hubo de personajes políticos que hasta antes de abril no se identificaban con los colores que defenderán en la contienda electoral del domingo 1 de julio.
Entre los políticos chiapanecos, es común ver como cada tres años o cada seis, hay cambios de piel, según se presente el panorama, abanderan las causas que creen será la que les deje mejores dividendos, así está pasando ahora con la mutación hacia Morena.
No descubrimos el hilo negro al decir que Morena está en el ánimo de millones de mexicanos, al igual que en el de los chiapanecos, los ciudadanos de a pie, esos que sudan para llevar el sustento a casa, ven en Andrés Manuel López Obrador, la opción de cambio en la forma de hacer política en el país.
Precisamente por la confianza que se ha generado en los electores a favor de Morena, es lo que despertó la ambición de la clase política chiapaneca: ven la oportunidad de perpetuarse en el poder.
La militancia de Morena en Chiapas, permaneció estoica, de pie cuando se dieron a conocer a los candidatos al Senado de la República y las diputaciones federales, guardaron y total disciplina, muchos agacharon la cabeza antes las decisiones del centro del país.
Quienes manejan Morena en la actualidad aquí en Chiapas, creyeron que el proceso de selección de candidatos a presidentes municipales y diputaciones locales, sería terso, pensaron que pese a que surgieran nombres de personajes ligados a Manuel Velasco Coello su militancia se quedaría callada, pero no, no fue así, desde que se comenzaron a filtrar nombres comenzó el descontento.
En Ocozocoautla hubo y hay inconformidad de quienes estaban en la lista de precandidatos, en Venustiano Carranza, hay inconformidad, en ese municipio tierra natal del candidato a gobernador, hay un grupo de militantes de Morena que han sido claros: no renunciarán a Morena, votarán por Andrés Manuel López Obrador, más no por los demás personajes que aparecerán en la boleta, precisamente por sus ligas con el actual gobernador.
A quienes les resultó benéfico alzar la voz fue a los militantes de Cintalapa, en aquel municipio, dos días antes del registro, anunciaron y firmaron un documento en el que aseguraban no aceptarían la imposición del ex alcalde del PVEM, Antonio Valdés, al final fue registrado el profesor Ernesto Cruz Díaz, la propuesta original.
A diferencia de otros partidos, la militancia de Morena en algunos municipios pusieron en práctica lo que aprendieron: inconformarse con las decisiones que les afectaron, al final así nació la lucha de izquierda en nuestro país.
Quien debería de estar preocupado es José Antonio Aguilar Castillejos, el actual dirigente de Morena, porque a él es a quien señalan de haber entregado ese partido a quienes dañaron a Chiapas.
Pero a este personaje le importa muy poco el descontento de la militancia a la que debería unificar, porque él, al final de cuentas ya tiene asegurado una posición como suplente, y se vuelve casi seguro que en algún momento asumirá la senaduría con la que soñó, porque es seguro que en algún momento Eduardo Ramírez Aguilar, solicitará licencia para ir construyendo su sueño de ser candidato a gobernador, al tiempo.
No se han puesto a pensar como les irá con tanta imposición, porque se inundaron de soberbia, esa es la realidad.

Cuidado
El secretario de Salud, Francisco Ortega Farrera, deberá de estar muy pendiente de lo que sucede en la dependencia a su cargo, allí se están presentando una serie de irregularidades en la Coordinación de Enfermería.
Resulta que la persona encargada de esa área, Martha Elena Espinosa Méndez, tiene una empresa que le vende cursos a la institución y diversas instituciones educativas y médicas a través de una empresa que conformó.
Eso quizá no sea malo, lo malo es que la señora Espinosa Méndez está usando su puesto para verse beneficiada, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses está a todo lo que da, sin que nadie le ponga un alto.
Resulta que la misma Martha Elena Espinosa Méndez, se dedica a imponer los cursos de capacitación en diversas instituciones, sin embargo, impone y obliga a que la empresa contratada sea la suya lo que mantiene el descontento, justo a unos meses de terminar la administración estatal, está saliendo toda la podredumbre acumulada durante un sexenio.

Vaya cinismo
Fernando Castellanos Cal y Mayor, se fue de la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez como El Jibarito «loco de contento con su cargamento», ahora busca la protección del fuero para que los pecados administrativos que cometió no le vayan a terminar costando un traje de rayas en algún penal.
Va en busca de una posición legislativa, esto a pesar de que no cumplió con la mayoría de las promesas que hizo hace tres años.
Se va dejando una administración municipal sin pies ni cabeza, a pesar de que grite a los cuatro vientos que tiene todo en orden, a pesar de que sus amanuenses busquen endiosar su imagen, cuando sabe que lo único que logró en tres años fue acabar con la esperanza de los tuxtlecos. Hasta la próxima.

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