Entrelineas / Jorge Ceballos

¡Gracias, Manuel!

¡Gracias, Manuel! ¿Por qué? Porque ya te vas, y el lastre que representas, se va contigo.
¡Gracias, Manuel! Porque nos enseñaste a los ciudadanos, la naturaleza depredadora de lo que representaste todos estos años.
¡Gracias! Porque el yugo que vivió Chiapas y su gente contigo al frente del gobierno, termina exactamente en siete meses, el 9 de diciembre, nos despertaremos viendo como entregaste la estafeta gubernamental a tu sucesor, y eso, eso sí debe celebrarse.
En cinco años, Manuel, demostraste el odio que sientes por Chiapas: tus acciones no dejan duda que no te interesa esta entidad y menos sus ciudadanos que, te dieron la oportunidad de dirigir sus destinos.
Gracias también, porque al no aceptar esa candidatura al Senado, dejas abierta la posibilidad de que pagues por todo el daño que causaste desde el gobierno: pisoteaste el buen nombre heredado por tu abuelo.
Manuel ¿has preguntado a los empresarios que dejas en bancarrota cómo te califican? Seguro estoy que no, porque junto a tu gavilla de saqueadores, te sumergiste en una nube inalcanzable, alejado de la realidad y de la exigencia ciudadana.
¡Gracias, Manuel! Porque demuestras lealtad a esa banda que te ayudó a empobrecer más a Chiapas, porque solo así, nos explicamos los ciudadanos que para ellos busques fuero y posiciones legislativas para que no rindan cuentas ante las leyes.
Manuel, te vamos a recordar, sí, por supuesto, generaciones futuras sabrán que fuiste un gobernador que atentó contra la vida de miles de mujeres, adultos mayores y niños a quienes les brindaron una pésima atención médica, y todo gracias a la voracidad de quienes te acompañaron en tu gobierno.
Ten presente, Manuel, que eres como una epidemia, por donde pasaste no volverá a crecer el pasto, porque fuiste, eres y serás destructor. Gracias, porque con tu programa electorero de Salario Rosa, demostraste que, para ti, una mujer solo se merece cinco pesos diarios.
¡Gracias, Manuel! Porque con tus acciones, ayudas a abrir los ojos a los ciudadanos para que no emitan votos fallidos a favor de candidatos y muñequitos de aparador, como tú lo has sido.
¡Gracias! Porque, a partir del 9 de diciembre los recursos públicos ya no estarán en tus manos y la de tus cercanos, pero, viendo y conociendo tu fuerza depredadora, es casi seguro que te llevarás hasta el cesto de la basura.
Por fin los chiapanecos y quienes amamos esta bendita tierra, dejaremos de ser testigos de tus felonías al pueblo, un día después de tu partida, muchos suspirarán, porque ya no estarás, y eso, Manuel, se tiene que agradecer.
Contigo, Manuel, se irá quizá una de las peores etapas de Chiapas, pero el renacimiento de la entidad tardará en llegar, porque el daño que hiciste es incuantificable.
¿Qué podrás presumir a tus generaciones? ¿Acaso el poder destructor y tu ambición por el dinero público? Eso, Manuel, será una vergüenza que te acompañará hasta el final de tus días, los cuales, espero de manera personal sean largos para que el estigma de saqueador y corrupto, no te dejen conciliar el sueño.
Muchos, anhelamos dejar de ver tu patética figura hasta en la sopa, lo malo es que buscas heredarnos a quien te cubra las espaldas y como los gatos, entierre la suciedad que fuiste dejando por todo el Estado.
Eres un perfecto alquimista, un titiritero que mueve los hilos más oscuros de la podredumbre en Chiapas, de ahí que la mayoría quisiera que ya llegara el día en que te tengas que marchar.
Ojalá que al irte renazca la esperanza de miles de ciudadanos que vivimos en Chiapas, por desgracia, enterraste toda posibilidad de desarrollo, de eso deberías de sentir vergüenza, sin embargo, parece que eso ni tienes y menos la conoces.
Estoy seguro de que, si lees estas líneas, desearías agarrarme a bofetadas como es tu costumbre contra tus colaboradores, aunque, las mentadas de madre nadie me las quita, pero, Manuel, esto es lo que muchos chiapanecos quisieran decirte, así que lo que desees o hagas, me tiene sin el menor cuidado.
Contigo se irán también, decenas de megalómanos, gente que, junto a ti, saquearon a Chiapas y lo pusieron en el top de los Estados más corruptos y pulverizados por la ambición de quienes están al frente de un gobierno.
No cabe duda de que te van a extrañar, pero será una minoría, ese grupúsculo de personas a los que convertiste en los nuevos multimillonarios, esos que llegaron con una mano atrás y otra adelante hace cinco años y cinco meses, justo cuando inició tu desastrosa administración. Ellos, sin duda llorarán tu partida, serán tus viudas y tus huérfanos, añorarán los días de felicidad y de abusos.
Me despido, Manuel, deseando que, como el amanecer llegue pronto el 9 de diciembre.

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