Entrelineas / Jorge Ceballos

Dos canallas se han juntado

Sobre Manuel Velasco Coello, se han escrito muchísimas cosas en este espacio: su afición por empobrecer Chiapas, el gusto que ha tenido por los desvíos de recursos públicos, la frivolidad que lo caracterizó desde el mismo momento en que tomó posesión del cargo, así como encabezar un mandato a control remoto en el primer tramo de la administración, vaya, gobernando a través de las revistas del corazón y las principales televisoras del país.
Hemos escrito en estas Entrelíneas que, el actual gobernante, muestra con sus acciones, un odio total en contra de Chiapas, porque únicamente así se puede concebir todo el daño que ha ocasionado a la entidad y los habitantes que depositaron en él la confianza para gobernar.
Sin embargo, cuando parecía que habíamos visto los alcances de un hombrecillo enloquecido por el poder, la semana pasada nos dio una muestra de que, para él, la única ley que importa es la que se le viene a la mente de acuerdo con el estado de ánimo con que despierta.
Fuimos testigos de la forma vil y canalla en la que impuso a uno de sus mejores cómplices en este saqueo descarado que encabeza en Chiapas, en la candidatura al gobierno del Estado, obvio que nos referimos a Fernando Castellanos Cal y Mayor, quien a pesar de encontrarse imposibilitado para contender el 1 de julio, se lanzó a una aventura electoral, para, eso sí, tratar de cuidar las espaldas de Manuel Velasco Coello, en un eventual triunfo en la gubernatura.
Ha sido Manuel Velasco Coello, el principal artífice de todo el manoseo electoral que se vive en Chiapas, él, ha sido quien ordenó que desde el principio la coalición Todos por Chiapas, tuviera vicios de origen, fue ese sujetillo quien buscó y ocasionó que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación echara abajo el registro de cinco partidos que llevaban como candidato a Roberto Albores Gleason.
Encuerdó a quizá uno de los hombres que más fiel y leal le han sido: Enoc Hernández Cruz, quien por momentos creyó que sería el que se incluiría en la boleta electoral al desintegrarse la coalición, sin embargo, Velasco sacó su personalidad de traidor y sobre todo, de violador de las leyes, envió al ruedo al que es considerado uno de los peores alcaldes de Tuxtla Gutiérrez.
Fernando Castellanos y compañía, saben perfectamente que no cumplen con el requisito de licencia 120 días antes de la elección, pese a ello, aceptó la nominación, demostrando no tener un ápice de vergüenza, los tipos de su calaña ni siquiera conocen el significado de la palabra.
Al contar con la complicidad de los magistrados del Tribuna Electoral del Estado de Chiapas, Castellanos Cal y Mayor, inició su campaña en la zona Altos de la entidad, para ello, el gobierno del Estado operó para llenarle la plaza principal de San Juan Chamula, usando como siempre a quienes más necesitan de las acciones de gobierno, pero que son también usados como carne de cañón en tiempos electorales.
Al principio de la campaña estatal, era un secreto a voces que el candidato de Morena a la gubernatura, Rutilio Escandón Cadenas era apoyado directamente por Manuel Velasco Coello, se habla de un pacto con Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto y pese a la podredumbre que hay en la entidad, jamás ha emitido una sola crítica a la administración, contrario a lo que denuncia en entidades como Tabasco, Veracruz, Campeche y todos los estados que visita.
Es más, su preferido para sucederlo en la gubernatura, Eduardo Ramírez Aguilar, actualmente ocupa una candidatura en Morena, posición en la que obviamente tuvo que tener la venía de Manuel Velasco.
Ayer, se dio un hecho que dejó a la mayoría de los con la boca abierta, en un evento encabezado por Fernando Castellanos Cal y Mayor, se dio a conocer que para la presidencia de la República, votarán por López Obrador, mientras que en las estatales se buscará la victoria para el PVEM, un acto de total incongruencia y sobre todo, traición al abanderado que registró el verde a nivel nacional: José Antonio Meade Kuribreña.
Es cierto, la victoria de Andrés Manuel López Obrador es bola cantada, el hombre cuenta con el respaldo de millones de mexicanos que sueñan con ver cristalizado un cambio, pero creer que esta bola de chamacos saqueadores y corruptos generan desarrollo es una verdadera diarrea mental, simplemente porque han salido buenos para la corrupción.
¿Qué pasó con ese apoyo a Rutilio Escandón Cadenas, hasta ahora el ex magistrado del Supremo Tribunal de Justicia en Chiapas entendió que fue enviado no para ganar, sino para hacerle el flaco favor a Manuel Velasco Coello? Esa interrogante solo ellos y nadie más podrán responderla.
¿Acaso se estará olvidando Manuel Velasco Coello que Enrique Peña Nieto será presidente de México hasta el 1 de diciembre que entregue la banda? Es precisamente hasta ese momento cuando lo puedan enjuiciar por el daño causado a Chiapas.
Como titiritero electoral, el gobernador y su alfil están equivocándose, porque hasta el más ignorante en materia jurídica tiene claro que con una impugnación esa candidatura se puede venir abajo,
Ahora bien, quienes vivimos en Chiapas no nos merecemos que nos hereden un gobernante ilegal, alguien que del saqueo hizo una cultura.
Parafraseando a López Obrador, tanto Manuel Velasco Coello como Fernando Castellanos Cal y Mayor merecen un lugar en la historia, pero en el basurero de la historia, porque simplemente son gusanos de la misma guayaba. Hasta la próxima.

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