Dentro de dicha guía se reunen una serie de recomendaciones ante condiciones adversas como viento, calor, pavimento mojado y niebla
Redacción
[dropcap]L[/dropcap]a Secretaría de Salud a través del Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes implementó la guía para prevenir accidentes de tránsito en condiciones adversas de viento lateral, calor, pavimento mojado y niebla, como parte de las acciones en seguridad vial para salvaguardar la vida de los tripulantes.
Dentro de esta guía se reunen una serie de recomendaciones para prevenir accidentes de tránsito en condiciones adversas, como la conducción con viento lateral, ya que incide sobre la trayectoria normal del vehículo y puede provocar vuelcos o salidas de la vía, pues los vehículos de dos ruedas y los que arrastran un remolque son los más afectados.
En caso de viento lateral es necesario disminuir la velocidad, a mayor fuerza del viento, más corta debe ser la relación de marcha con la que se circule, mantener la trayectoria del vehículo tirando del volante contra el viento, sujetándolo con ¬firmeza pero sin rigidez; prever posibles desprendimientos de árboles, ramas y piedras.
Otra adversidad es el calor, que representa un riesgo para la seguridad de la conducción, de tal forma que una temperatura de 35 grados centígrados al interior del vehículo puede constituir un peligro similar al manejar bajo niveles considerables de alcohol en la sangre.
Con la conducción con calor aumenta el tiempo de reacción, se cometen más errores, la fatiga, el sueño y las distracciones aparecen con mayor facilidad, se recomienda utilizar el aire acondicionado o la ventilación, la temperatura recomendable en el interior del vehículo debe estar entre 20 y 23 grados centígrados, hacer más descansos durante los viajes (cada dos horas de conducción, descansar 10 minutos), beber agua o jugos con frecuencia y utilizar ropa clara, ligera y no ajustada.
Mientras que en la conducción con pavimento mojado, cuando la llanta no puede desalojar el agua que hay sobre el pavimento, se produce el acuaplaneo, esto es que las llantas flotan sobre el agua, la llanta pierde el contacto con el pavimento y el conductor pierde el control del vehículo.
Se ha demostrado que el pavimento mojado, después de que ha llovido, está relacionado con mayor riesgo de accidentes, por lo que se recomienda mantener las llantas en buen estado, frenar con suavidad y con mayor anticipación, aumentar la distancia de seguridad, disminuir la velocidad, encender las luces bajas o las antiniebla delanteras, o en su caso las antiniebla traseras.
Además de utilizar el desempañador con aire acondicionado para eliminar el vapor que se forma en el interior de los cristales, si fuera necesario, limpiarlos con un paño usar el limpiaparabrisas, revisar el estado de las plumillas; si tiene sistema de frenos ABS, úselo con con¬fianza presionando con fuerza el pedal y aprenda a maniobrar mientras lo presiona; si no tiene ABS, sea muy cuidadoso con las frenadas, use el freno de motor y evite frenar en curvas.
La conducción con niebla es muy peligrosa, ya que disminuye la adherencia al pavimento debido al piso húmedo, principalmente afecta la visibilidad, por lo que se recomienda encender las luces bajas y las delanteras y traseras de niebla, o en su defecto las intermitentes de emergencia, usar el limpiaparabrisas, adaptar la velocidad al campo de visión y al estado del camino, aumentar la distancia de seguridad; si la niebla es muy espesa, lo mejor es desistir de la conducción, buscando un lugar seguro para estacionarse.
