Iran a las manos de Trump

REUTERS/Ueslei Marcelino

El Gobierno estadounidense anunció hoy que desplegará cinco mil 200 soldados en su frontera con México para responder a dos caravanas de migrantes centroamericanos que cruzan estos días Guatemala y México con destino a Estados Unidos

Redacción

[dropcap]E[/dropcap]l Gobierno estadounidense anunció hoy que desplegará cinco mil 200 soldados en su frontera con México para responder a dos caravanas de migrantes centroamericanos que cruzan estos días Guatemala y México con destino a Estados Unidos.
En una rueda de prensa, el comandante del Mando Norte del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el general Terrence J. O»Shaughnessy, explicó que 800 militares ya están en camino a la frontera suroeste del país y aseguró que, para finales de la semana, el número de efectivos será de más de cinco mil.
«Vamos a endurecer la frontera», avisó O»Shaughnessy, que explicó que los militares llevarán a la frontera sus capacidades de «planificación militar», así como tres helicópteros destinados a transportar a los agentes fronterizos de un lugar a otro y materiales para levantar tiendas.
Una ley estadounidense de 1878 prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
Por eso, indicó O»Shaughnessy, los militares se limitarán a apoyar a los agentes fronterizos en operaciones aéreas para detectar actividades ilegales, así como en labores mecánicas, como reparación de vehículos, y ofrecerá cuidados médicos a los migrantes que lo necesiten.
Entre sus tareas estará reforzar los puertos de entrada y detectar aquellos puntos más débiles y por los que los migrantes podrían tratar de cruzar, detalló O»Shaughnessy.
Los militares que se desplegarán en los próximos días se suman a los dos mil 100 efectivos de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- que se encuentran en la frontera sur desde abril debido a otra caravana de migrantes, que en ese caso inició su recorrido en el sur de México.
Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), tiene otros dos mil agentes listos para actuar, detalló el jefe de esa agencia, Kevin McAleenan, durante la rueda de prensa.
Unas tres mil 500 personas, según cálculos de McAleenan, integran ahora la primera caravana de migrantes, que partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (Honduras) con dirección a Estados Unidos y que actualmente marcha por México, tras pasar por Guatemala.
Un segundo convoy, formado por mil 500 migrantes, cruzó hoy a pie el río Suchiate, que separa Guatemala de México; y, en los próximos días, se prevé la llegada a México de otra caravana de salvadoreños que este domingo abandonaron su país con intención de llegar a territorio estadounidense.

Segunda caravana entra a México
Casi dos mil migrantes, principalmente hondureños, ingresaron hoy a territorio mexicano y se entregaron a autoridades luego de haber visto frustrado por policías su intento de entrar por la fuerza.
Fuerzas federales mexicanas impidieron ayer el ingreso a los miembros de la segunda caravana que intentó cruzar por la fuerza, como lo hizo un primer contingente el pasado 19 de octubre, a través del puente internacional que atraviesa la frontera México-Guatemala en el municipio de Suchiate, estado suroriental de Chiapas.
Un despliegue policial del lado mexicano les impidió hacerlo, por lo que este lunes se aventuraron a cruzar caminando el río Suchiate, con el agua hasta el cuello. Pero la presencia policial los mantuvo varados durante unas dos horas, hasta que accedieron a ingresar a través de una aduana migratoria.
Los migrantes entraron ordenados a la instalación del Instituto Nacional de Migración (INM) e iniciaron su registro ante esa dependencia. Se informó que luego fueron llevados a un albergue mujeres, hombres y niños.
El INM confirmó que son mil 895 centroamericanos que han solicitado refugio.
Primera caravana llega a Santiago Niltepec, Oaxaca
En tanto, los miembros de la primera caravana cruzaron sin incidentes durante la madrugada de este lunes la garita migratoria de San Pedro Tapanatepec y arribaron a Santiago Niltepec, en el sureño estado de Oaxaca, caminando sobre la Carretera Panamericana en el Istmo de Tehuantepec.
En el trayecto, pobladores salían a su paso para entregarles bolsas y botellas de agua y alimentos acompañados de palabras de aliento y esperanza hasta el mediodía, cuando llegó el último grupo de migrantes a Niltepec.
Darwin Sánchez Hernández, de 30 años y oriundo de Santa Bárbara, Honduras, dijo que con altavoces desde las 3 de la mañana comenzaron a anunciar la salida de la caravana.
«Vámonos, vámonos… arriba todos», gritaban en los megáfonos los coordinadores y la multitud se daba prisa para recoger sus pertenencias, mochilas y botellas de agua para reanudar la caminata.
Las autoridades municipales y gubernamentales dispusieron en Niltepec los espacios para dar atención a los migrantes, pero el centro del lugar fue insuficiente, por lo que las columnas humanas llenaron calles, aceras, las dos iglesias, parques, el interior del palacio municipal y hasta las viviendas abandonadas o en construcción tras el terremoto de septiembre de 2017.
Autoridades municipales de poblados lejanos enviaron comisiones con bocadillos, aguas frescas o frutas, y en ocasiones tamales o comida preparada.
Dominga Cortés Ricoy, representante del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal de la autoridad entrante, dijo que el Alcalde electo Saydel Ricoy, que tomará posesión el 1 de enero de 2019, dispuso la ayuda humanitaria para los migrantes y llegaron camionetas con platillos preparados que se repartieron en el centro de la localidad.
Mientras que en la carretera varios grupos de hombres y mujeres decidieron seguir hasta Juchitán, a donde mañana pretende arribar el grueso de la caravana.

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