Karen Dianne, una mujer en busca del empoderamiento

La señorita Padilla recibió la aprobación del IEPC para buscar una candidatura para la diputación local del Distrito I en Tuxtla Gutiérrez; en su agenda sobresalen temas relacionados con el feminismo, el combate a la violencia contra las mujeres y la lucha contra la imperante corrupción y oligarquía que reina en el estado

Óscar Aquino / Portavoz

[dropcap]H[/dropcap]ace unos días, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) aprobó la intención de Karen Dianne Padilla para contender en busca de una candidatura independiente por una diputación local en el Distrito I de Tuxtla Gutiérrez.
Ella es una mujer joven, habitante del sector norte oriente de la capital, quien conversó con Portavoz acerca de los temas centrales que incluyen su propuesta política y que buscará poner en marcha, siempre y cuando, obtenga primero la candidatura y después, un lugar en el Congreso.
«Estamos muy emocionadas porque hubo momentos en los que dudamos. En los primeros análisis que hacíamos mis compañeras y yo de la realidad y de lo que venía en el 2018, sí había condiciones para una candidatura independiente, no solamente de una mujer sino de una feminista», comenta con un tono amable, pero convencida de lo que dice.
El feminismo es la causa que Karen impulsa bajo el nombre de «Iniciativa Feminista», en la que cuenta con el respaldo de un grupo amplio de mujeres estudiosas del tema, y de las necesidades de cambio en el entorno político y social de la capital del estado.
Primero reunieron los trámites solicitados por el IEPC. Con mucho esfuerzo lograron ser aprobadas para aspirar a una candidatura independiente. A partir de ayer comenzó la segunda etapa del camino, la cual consiste en la recolección de firmas para validar su intención. Ella dice que son cerca de 3 mil 500 rúbricas las que necesita, pero espera lograr unas 5 mil.
«Nos encontramos con que hay un montón de barreras, desde la burocracia en ciertos trámites que nos eran totalmente ajenos, que tuvimos que enfrentar. Afortunadamente somos varias y tenemos una red de apoyo que nos dijo «háganlo» y al final fue lo que nos ayudó a animarnos».
Karen, igual que muchas mujeres en el estado, está indignada y con temor por el aumento de la violencia feminicida en todo el estado. Por eso quisiera tener un espacio en la política estatal, donde trataría de poner sobre la mesa ese delicado tema.
«Puede ser la vía para que las mujeres hagan frente a todo lo que estamos sufriendo que, desde nuestra lectura, obedece, entre muchos otros factores, a la falta de mujeres feministas totalmente convencidas de que las mujeres debemos tener otra vida, en esos espacios donde se toman las decisiones tan importantes para la sociedad».
La cuestión de los feminicidios se encuentra en un nivel crítico. Hace apenas tres días, la capital del estado se estremeció por la noticia de la muerte de Gloria Castellanos Balcázar, quien fue encontrada sin vida al interior de un pozo.
La Fiscalía, al día siguiente del crimen, capturó a un supuesto cómplice; ayer anunciaron la detención de los presuntos autores del feminicidio, cometido en un salón de fiestas. Pero no es un hecho aislado, por el contrario, es un fenómeno que cobra fuerza y en el que las respuestas de las autoridades no siempre son las esperadas en cuanto a justicia. «A mí me cayó como balde de agua fría», afirma.
«En realidad estamos viviendo una pandemia que es la violencia contra la mujer. Por ejemplo, el año pasado, estamos hablando que hubo más de 2 mil mujeres asesinadas, víctimas de feminicidio. El único pecado de esas mujeres fue haber sido mujer. Nacer mujeres en una sociedad machista fue lo que les costó la vida».
Por eso quiere ser quien lleve una agenda de temas feministas en caso de obtener una diputación, aunque ella misma está consciente lo complicado de la contienda, pues en el mismo distrito por el que compite, hay dos hombres con intenciones de ganar dicho puesto.
Karen considera que uno de los problemas más serios de la violencia feminicida es que «nuestra respuesta como sociedad es siempre la misma, vamos a indignarnos, vamos a manifestarnos en una marcha, pero qué sigue después de la marcha, cuando ya todo mundo agendó que hay una marcha tal día a tal hora. Vas a la marcha, gritas, regresas a tu casa a seguir con lo que estabas haciendo. Así no funcionan los cambios sociales. A los feminicidios hay que darles el trato que se les debe dar. Son crímenes de estado desde el hecho de la impunidad que estamos viviendo».

Corrupción en la clase política

Karen aprecia otro problema en el ámbito político de Chiapas, se refiere a que los puestos parecen no ser ganados por medios electorales sino por herencia familiar. Eso ha desencadenado el aumento de políticos que son indiferentes ante las situaciones que aquejan a la sociedad.
«Es una oligarquía horrible». «Ellos viven en una burbuja de privilegios, difícilmente van a vivir lo que es estar de este lado».
Desde hace más de cuatro años, comenzó a involucrarse en el aprendizaje del feminismo, tiempo el que se ha documentado y ha sido activa en su participación dentro del movimiento. Por ello sabe que, tanto en Chiapas como en todo México, la violencia política contra las mujeres es algo común y no resuelto.
«El gobernador nos tiene acostumbradas a este tipo de política, una política de espectáculos, efectista, pero la realidad no se cambia con pronunciamientos. El canon democrático de nuestro país es el de las élites, para que tú puedas participar en la política tienes que ser hombre, tienes que ser de cierta edad y de cierta familia, porque eso en Chiapas es escandaloso ver que, si eres de cierta familia, tienes asegurado un puesto».
Esta crisis ha provocado que sectores cada vez más amplios de la población se sientan ajenos a la labor que dicen desempeñar los políticos. «No nos sentimos representadas por nadie de la clase política, como mujeres ni como feministas».

Mujeres en la política

A pesar de que por ley se exige a los congresos estatales cumplir con una cuota de género, Karen Padilla comenta que las mujeres que ocupan esos puestos no influyen en la toma de decisiones ni tienen una participación realmente activa. «Es el espectáculo hipócrita de la política».
«Para empezar, si por los partidos políticos fuera, no habría mujeres; ha sido la lucha de otras mujeres lo que les ha abierto espacios a otras en la política, pero, si por los partidos políticos fuera, no habría candidatas, lo que pasa es que las leyes los han obligado».
Por ahora se siente tranquila por tener la aprobación para su aspiración a ser candidata. Sabe que el camino es largo; comenzó ayer y termina dentro de 20 días. En ese lapso deberá reunir las firmas establecidas por las autoridades electorales, si lo logra, será contendiente a lograr una diputación en la que tal vez haga llegar más lejos todos los temas pensados en su agenda.

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