La Esquina Rota / Francisco Felix Duran

¿Para cuándo una «sala junior Cinepolis» o «Cinema» de Cinemex en Tuxtla?

«…Se prohíbe la entrada y estancia de niños menores de 3 años en todos los espectáculos públicos que se presenten en locales cerrados». Así dice una orden de acatamiento emitida por el ayuntamiento de Mazatlán, Sinaloa. Esta ley fue aprobada a finales de los noventas y se basa en la salud auditiva de los niños, asegurando que los altos niveles de decibeles podrían afectarle el oído.
Lo anterior también aplica para la Ciudad de México, Zacatecas y Guadalajara, aunque en estas ciudades no se respete como tal la norma, porque si en algo ha avanzado nuestro país es en fomentar que los espacios públicos, gubernamentales y negocios de la iniciativa privada sean incluyentes.
Por ello la orden de acatamiento en Mazatlán, representa un retroceso a la inclusión además de ser una medida discriminatoria, puesto que se excluye de ciertas funciones y espectáculos a niños menores de tres años, así como a sus padres. Esto con el pretexto de la salud auditiva, pero de acuerdo a «Zero to Three» (De Cero a Tres), una organización no-lucrativa dedicada al desarrollo saludable de bebés y niños pequeños; es falso que los decibeles afecten el oído del menor, aunque si podría resultar una experiencia abrumadora para muchos pequeños considerando la sala oscura, la gran pantalla y el audio.
En ese sentido se recomienda que al asistir al cine con los pequeños, sea para ver películas de clasificación «A» (Para todo público) o bien clasificación «AA» (Comprensible para menores de 7 años), claro está que en esta última no debería haber ningún adulto sin niños viendo la película y en el caso de ambas por ser para toda la familia, no debería importar si un niño llora o corre por la sala imitando a los personajes vistos, pues su clasificación literalmente nos dice para que sector es el filme.
Por otro lado no se debería permitir la entrada a menores aunque estén en compañía de sus padres a películas que no sean aptas para su edad, por eso existen las clasificaciones y el personal del cine debería respetarlas y prohibirles el acceso. Esto sí es un tema a legislar.
Finalmente para todos aquellos intolerantes que festejaron la orden de acatamiento en Mazatlan, deberían saber que forman parte de la discriminación que tanto avergüenza a nuestra sociedad y tanto CINEPOLIS como CINEMEX, ponen el ejemplo de la inclusión pues cuentan con salas para los padres que gustan ir con sus niños al cine, estas son «Sala Junior CINEPOLIS» y «CineMá», que cuentan con mayores espacios para que los niños jueguen; dulcería dentro de la sala; clima templado y las luces no se apagan por completo.
Lamentablemente ninguna de estas salas existe en Chiapas, pero sería interesante apostar por cuál de las dos empresas introduce la primera en la capital del estado.

El bolsillo mágico de Enoc Hernández

Enoc Hernández sigue haciendo de las suyas y nadie lo detiene, va y viene de su fundación «Yo quiero tener un millón de amigos»; así como del partido político que preside «Mover a Chiapas; y del Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado (ICATECH), a su antojo y con completa libertad.
En ese contexto no sería raro existieran actos de nepotismo y claro que los hay, pues de acuerdo a la columna «En la mira» de Héctor Estrada, se señalan al menos diez personas en la nómina del ICATECH, ligadas directamente a él y enriqueciéndose del el erario público.
Asimismo se asevera que: «De 2013 a 2017 el presupuesto asignado al ICATECH pasó de 73 a 218 millones de pesos. Más que lo otorgado a dependencias como CONECULTA, la Secretaría de Pesca, el IEPC, la Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natura (SEMAHN) y la mismísima Secretaría General de Gobierno».
Por mi parte invito al señor Enoc a que nos pase «El Secreto» de su bolsillo mágico o bien, que Humberto Blanco Pedrero, Contralor General de Chiapas; nos explique cuándo piensa observar si este personaje morado esta usando recursos públicos para promocionar su imagen con fines proselitistas y dijeran por ahí: «hasta la pregunta es necia».

El mal clima no detiene la producción agrícola

A pesar de las vicisitudes que por cuestiones climáticas se han presentado, Chiapas incrementó su producción de maíz en más de 234 mil toneladas. En parte se debe a que la administración de Manuel Velasco Coello ha venido entregando oportunamente los insumos a los campesinos.
Lamentablemente por las escasas lluvias, muchos cultivos se han perdido en otras regiones del país. Eso no ha ocurrido aquí, donde los productores tanto del sector social como privando han logrado obtener mejores cosechas gracias a los apoyos gubernamentales. Porque al apuntalar la economía de ellos se mejora la economía de Chiapas.

@fcofelixd

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