La Comisión Federal de Electricidad (ese odioso enemigo de los chiapanecos: los deja sin luz, les pone medidores digitales sin consultarlos, les arrebata tierras, y un largo y gordo etcétera), que dirige Enrique Ochoa Reza, recibió ayer las ofertas para la construcción de la hidroeléctrica Chicoasén II, que como usted sabe se ubicará en Chiapas.
Mientras que en nuestro terruño ya se manifiestan contra las actividades mineras y petroleras (situación que se tensará porque con la reforma energética se antoja inevitable la incursión), varias empresas asoman las narices en su intento de hacerse de esta obra pública que implica una inversión de más de 5 mil millones de pesos y que deberá estar concluida para 2017.
Se sabe que entre los interesados se apunta la constructora ICA, de Alonso Quintana; Tradeco de Federico Martínez Urmeneta, y por ahí la gachupina OHL, de José Andrés de Oteyza.
Una gran labor de inteligencia y negociación tendrán que desplegar las autoridades estatales (que deberán ponerse del lado de los chiapanecos para garantizarles las compensaciones justas o la estratégica reubicación).
Esta labor debe empezar ya porque las marchas ya están. Por ejemplo, ayer, más de 500 campesinos de unas 60 comunidades de la Costa y la Sierra marcharon en Tapachula para rechazar la explotación minera y la construcción de presas hidroeléctricas en sus territorios, porque consideran que estas actividades ponen en riesgo su salud y ocasionan daños al medio ambiente.
Los manifestantes anunciaron que están dispuestos a bloquear carreteras, a luchar y, si es necesario, «pelear a muerte por defender el bienestar de nuestros hijos, abuelos y todos los ciudadanos con tal de evitar que comience la construcción de las presas hidroeléctricas, prevista para enero próximo».
Bueno, yo ya les avisé, ai que lo vean.
Ágora
Quien se autoconsidera el heredero del pensamiento paziano (de Octavio Paz, pues, pa que nos vayamos entendiendo), el historiador, ensayista y editor mexicano Enrique Krauze tuvo «la brillante idea» de pedir al presidente Enrique Peña Nieto que reconozca sus errores y ofrezca una disculpa al pueblo de México tras la tardía respuesta del gobierno federal por la desaparición y ataque contra los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En la edición de ayer miércoles del diario estadounidense The New York Times plantea: «Esta es tal vez la petición más difícil que me gustaría hacer: que el Presidente comparezca ante la nación, reconozca sus errores y ofrezca una disculpa al pueblo de México. Nada da más nobleza a una persona en el poder que reconocer su propia humanidad. No hay una estrategia de reformas, incluso la más racional, que puede sustituir la legitimidad del liderazgo ético, especialmente en tiempos de crisis. Encarnar ese liderazgo debe ser la prioridad inmediata del señor Peña Nieto».
Fuera del país y en inglés, el derechista ilustrado expone «Lo que el Presidente de México debe hacer». Entre otras cosas le recomienda actuar ahora para restablecer su credibilidad política y limitar los daños a su integridad moral.
Dice cosas que ya sabemos, que la popularidad del Ejecutivo cayó a causa de la lentitud con que atendió en caso de los desaparecidos y que a eso se sumó la sospecha de conflicto de interés por la compra de la «casa blanca».
Y, como su maestro, intenta enunciar las motivaciones de los mexicanos: «Desconfiados del gobierno y hartos de la violencia y la inseguridad desatada por los carteles de la droga, los mexicanos sienten un profundo resentimiento moral y político en una situación que los que lucharon por la llegada de la democracia en el cambio de milenio nunca esperaron enfrentar. Si bien ha habido incidentes de violencia entre los manifestantes, la mayoría de las manifestaciones han sido pacíficas.»
Corrillo
El senador chiapaneco Zoé Robledo elaboró un video homenaje al escritor Eraclio Zepeda, quien este año recibirá la Medalla Belisario Domínguez. Bajo el título «Don Chico que vuela» (que bien lo puede ver en Youtube), el parlamentario se acompaña de animación de primera para contar sintéticamente uno de los cuentos más famosos de nuestro cuentero mayor y dejarnos un aprendizaje: «hay que liberarnos de toda carga para poder volar».
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