Va Chiapas por la eliminación de fuero
Teniendo en cuenta que la entidad ocupa actualmente el tercer puesto entre los estados del país con mayor endeudamiento, enmarcado en recientes administraciones gubernamentales turbias y enriquecimientos súbitos altamente cuestionables, la iniciativa para eliminar el fuero a los políticos de Chiapas es un asunto que deberá tomarse muy enserio.
A finales de la semana pasada el Partido Movimiento Ciudadano presentó la campaña «Chiapas sin Fuero» que por primera vez formaliza las tantas intenciones verbales de quitar esa protección constitucional que hoy hace a muchos funcionarios públicos prácticamente inmunes a la acción inmediata de la justicia.
Los proyectos para la eliminación del fuero a la clase política mexicana son un tema que ha comenzado a concretarse en el transcurso del año, con ejemplos claros como Jalisco y Veracruz donde, después de una intensa presión social, política y mediática, los Congresos decidieron aprobar las iniciativas.
En entidades como Colima, San Luis Potosí y Querétaro las iniciativas para la eliminación del fuero se encuentran ya dentro de los Congresos para su análisis y discusión. Jalisco ha sido la única entidad cuya iniciativa contempló la eliminación total de dicho privilegio, a diferencia de Veracruz donde se decidió mantenerla de manera exclusiva a los diputados locales como supuesta «medida de protección contra posibles embestidas gubernamentales».
La eliminación del fuero constitucional se vislumbra hoy como una medida necesaria en un país como México donde los niveles de corrupción e impunidad son alarmantes. Por eso la propuesta se ha popularizado tan fácilmente dentro de los estados donde se ha promovido; porque se trata de esa «posibilidad real» para arrebatarle algo a la tan detestada clase política mexicana.
En Chiapas el tema adquiere potencialidades aún mayores. Aquí la las heridas de la impunidad y los excesos gubernamentales están aún más recientes y latentes que nunca. Aquí los ejemplos de los malos gobiernos sobran e indignan a la gran mayoría de los chiapanecos a quienes los excesos sexenales nos han dejado facturada una deuda pública de más de 40 mil millones de pesos.
Por eso la posibilidad de eliminar el fuero a figuras como presidentes municipales, diputados locales, procuradores y el propio gobernador no resulta tan mala idea. Se trata de una iniciativa a la que deberían sumarse todos aquellos que ahora navegan con las banderas de justicia y la legalidad para legitimarse electoralmente.
Hoy la propuesta requiere de alrededor de 40 mil firmas para convertirse en iniciativa de reforma. Espera al respaldo masivo de la población estatal o la intervención de algún legislador de verdadera representación popular que finalmente facilite la llegada de dicha propuesta al Congreso estatal para su discusión legislativa.
Mientras tanto, y ante el evidente desinterés del legislativo, no queda de otra que salir a firmar e impulsar esta posibilidad que, si bien no representa la solución total a la impunidad gubernamental, si representa una oportunidad para fragmentar a esa lasciva inmunidad con la que gran parte de la clase política desempeña su funciones públicas.
