En la Mira / Hector Estrada

En Chiapas, la vejez menos alentadora

Si Chiapas es una de los estados con las peores condiciones laborales en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la situación que actualmente viven los adultos mayores de la entidad es aún más grave de alarmante. El olvido, la pobreza y el desempleo son actualmente las principales realidades que enfrentan a diario.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), actualmente en Chiapas existen un total de 467 mil adultos mayores de 60 años. De ellos, siete de cada diez se encuentran desempleados, sin ingresos y con casi nulos ahorros.
Son datos que reflejan un complicado escenario para los adultos mayores en Chiapas, con falta de oportunidades y solvencia económica que permita subsanar los gastos propios de la vejez. Gastos que superan por mucho los presupuestos de 500 pesos mensuales por persona que muchos de ellos reciben como dadivas gubernamentales.
Según encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 80 por ciento de los adultos mayores desempleados en la entidad chiapaneca se encuentran en esa circunstancia por causas ajenas a su decisión. Fueron liquidados de sus últimos empleos, sin opciones disponibles que permitan reincorporarse al campo laboral.
El escenario parece pesimista por sus duras cifras, pues -en números oficiales- de las personas mayores de 60 años económicamente activas en el estado (que representan el 30 por ciento), el 70.1 por ciento trabajaba por cuenta propia, sólo el 17.4 por ciento es subordinada y remunerada, mientras únicamente el 9.8 por ciento es patrón.
Sin embrago, uno de los datos más reveladores señala que del total de los adultos mayores que se encuentra trabajando, el 80.4 por ciento realiza sus actividades laborales en el sector informal con ingresos «poco favorables», por lo que carecen de prestaciones sociales, seguridad médica y cuentas de ahorro para el retiro.
A decir de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), más del 70 por ciento de las cuentas de ahorro para el retiro existentes no tienen un «control y administración adecuada», por lo que terminan mudándose de una institución financiera a otra sin conocimiento del propietario y con pérdidas progresivas.
De acuerdo a datos recabados por el Instituto Nacional de Geriatría (INGER), en la república mexicana ya hay más adultos mayores de 60 años que niños menores de cuatro, lo que en términos de salud representa un desafío para el país, porque una cuarta parte de los primeros vive con alguna discapacidad provocada por enfermedades crónicas, mientras 5 por ciento depende por completo de un cuidador.
El nuevo escenario también incide de manera directa en la economía familiar, pues según la misma dependencia, los hogares donde al menos un adulto mayor vive con alguna deficiencia física invierten 3.9 veces más en consultas médicas y 1.8 veces más en medicinas en relación con las familias con personas de más de 60 años sin discapacidad. Agrega que 40 por ciento de los primeros incurre en gastos catastróficos por causa de esa discapacidad.
Sólo 25 de cada 100 mayores de 60 años recibe un ingreso por los años trabajados. La UNAM advierte que el problema va en aumento En México, 75 de cada 100 adultos mayores no cuentan con una pensión, es decir, sólo uno de cada cuatro recibe un ingreso por los años de servicio laboral en su vida productiva, de acuerdo con un análisis del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las políticas públicas dirigidas a los veteranos de la vida son escasas, superfluas y populistas que en nada minimizan las adversidades de la senectud. Son un sector que, aunque hoy representa el 7 por ciento de la población –según el INEGI-, en menos de 30 años significará más del 10 por ciento de los habitantes de Chiapas
Hoy urge ya elaborar estrategias integrales que den certidumbre verdadera, que garanticen una digna vejez para todos. Pues, aunque hoy son cada vez más jóvenes los que gobiernan, no deberán olvidarse que, si la fortuna les sonríe, es una etapa que los espera al final del camino… así las cosas.

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