La narcoguerra fue y es cuna de feminicidios

En 2011, en tres días, 50 mujeres desaparecieron en Veracruz. Una situación posible por la violencia que asedia a la entidad y al país tras haberse desatado una guerra intestina entre el Gobierno mexicano y el crimen organizado

Portavoz / Agencias

[dropcap]L[/dropcap]os diez años de la guerra contra las drogas en México colocó a las mujeres en el centro de la violencia en todo el país, especialmente en Veracruz, un estado convulsionado por la violencia y la volatilidad política. En tan sólo tres noches al menos 50 mujeres desaparecieron en Xalapa en 2011, pero hay más historias que se cuentan por miles, refiere una publicación del diario The Guardian.
Su paradero es desconocido, y de acuerdo con el periódico inglés, «se cree que fueron forzadas a desaparecer porque sabían demasiado acerca de las relaciones corruptas entre políticos mexicanos y capos [del crimen organizado]».
Lizbeth Amores dejó una noche a su hijo en casa de su madre para después dirigirse a una fiesta junto con su amiga Verenice Guevara, recuerda el medio británico. Se les vio por última vez en un bar local de Xalapa, estaban con integrantes del crimen organizado.
María de Jesús Marthen desapareció una noche después. Ella se encontraba entre la lista de mujeres invitadas a una fiesta privada que sería celebrada en un rancho ubicado a una hora y al este de la capital veracruzana. Lo último que se oyó de ella fue un mensaje dirigido a su novio a quien pedía ayuda.
Karla Saldaña y su amiga Luisa Quintana salieron a comprar tacos durante la noche siguiente a la desaparición de Marthen. Se les vio subir a un vehículo desconocido y desaparecieron sin dejar rastro.
Así como estas cuatro mujeres, más de 50 desaparecieron en un lapso de tres noches durante el mes de noviembre. Corría el año 2011.
La mayor parte de las jóvenes provenían de familias modestas y estaban en sus veintes. Muchas de ellas eran madres solteras, algunas eran estudiantes, aspirantes a reinas de belleza y otras, inclusive, se desempeñaban como prostitutas.
Sin embargo, The Guardian señala que los documentos oficiales de la investigación arrojan que muchas de las mujeres desaparecidas -durante el periodo de tiempo mencionado- trabajaban como acompañantes o «escorts» de clase alta, o bien, como anfitrionas contratadas para eventos políticos -además de fiestas exclusivas a las que asistían tanto figuras políticas como líderes de Los Zetas-.
De ahí la hipótesis: sabían demasiado. Eran cabos sueltos que debían ser atados y debían desaparecer.
Según las cifras oficiales, en México, cerca de 7 mil mujeres y niñas han desaparecido desde 2007. Los registros gubernamentales sobre desaparecidos incluyen a 164 mujeres veracruzanas, aunque de acuerdo con The Guardian, un observatorio local indica que en los últimos tres años hay cerca de 500 casos documentados de mujeres desaparecidas.
El medio británico también refiere que entre 2007 y 2015 cerca de 20 mil mujeres fueron asesinadas en territorio nacional -un incremento del 49 por ciento en comparación con una década antes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)-. En Veracruz, sólo este año, 169 mujeres perdieron la vida.
Los femicidios de Juárez, muy probablemente vinculados a círculos de tráfico de personas, provocaron la condena internacional y múltiples investigaciones. Una situación de delitos que relaciona a bandas criminales, funcionarios corruptos y a las mismas fuerzas de seguridad desplegadas para acabar con las actividades criminales de los cárteles de la droga.

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