Mafias del campo / Rodrigo Ramn Aquino

Cuando reapareció en el escenario político local, los tricolores alboristas se jalaron los pelos, los verdes creyeron perder la segunda posición de poder en la estructura de gobierno y los grupos de influencia del pasado (pablistas y sabinistas) previeron una cacería de brujas, en reciprocidad a la persecución que hicieron de su persona.
Tras varios años exiliado políticamente hablando, a José Antonio Aguilar Bodegas le siguió el bloqueo en su partido cuando pretendió buscar una curul federal, el bloqueo de los verdes para que no llegase a la Secretaría de Gobierno, el alivio de sus persecutores al no detentar mayor poder, pero, también, la oportunidad de servir, de nuevo, al estado, desde una posición del alto impacto social que le permite movilidad y acercamiento con las clases populares.
De un aparente salvavidas o premio de consolación, la Secretaría del Campo representa para Josean no sólo estar nuevamente en activo, respaldado por el gobernador del estado, sino la oportunidad de poner en claro sus habilidades, destrezas y sapiencia en beneficio del agro chiapaneco.
Ayer vi una foto por demás interesante: al ex gobernador Absalón Castellanos Domínguez abrazando al nuevo titular del campo. Celebrando su designación y haciendo hincapié en que es el perfil idóneo para un área tan descuidada por mucho tiempo. Recordando y destacando el trabajo hecho por Josean cuando fue delegado en Chiapas de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, al tiempo en que él era mandatario.
Si lo que se dice de Aguilar Bodegas es cierto, no cabe duda que oxigenará a la brevedad la estructura viciada de la dependencia que ahora dirige. Una en que los apoyos al campo y los proyectos productivos han sido, administración tras administración, moneda de cambio electoral. Oficinas del lucro de la necesidad de una gran inmensa cantidad de chiapanecos que sobreviven de las actividades agropecuarias.
Y para empezar, debe voltear la vista a la Frailesca, a Villaflores específicamente, donde el delegado del Campo, Manuel de Jesús Castillejos Constantino, hace exactamente lo que aprendió hacer de sus mentores políticos: utilizar al campesinado para ocupar posiciones de poder. En su búsqueda por la presidencia municipal, Manuel Castillejos condiciona los apoyos, insumos y proyectos productivos de la Secam a cambio de apoyo incondicional a su campaña por demás anticipada.
Quienes han alzado la voz en contra de este proceder, principalmente comisariados ejidales y líderes de organizaciones, han padecido las consecuencias: desprestigio público, eliminación de los padrones de apoyo, acoso y hostigamiento (esto lo hacen saber en sendas denuncias por escrito ante la propia Secam, la Secretaría de Gobierno, Secretaría de la Función Pública, el gobernador y hasta la Procuraduría General de Justicia del Estado).
Al parecer José Antonio Aguilar Bodegas no le debe nada a nadie, salvo al gobernador que le dio la oportunidad de trabajar por la gente de un sector que conoce bien, de modo que es el indicado para desarticular por fin estas mafias del campo, que mucho han contribuido al estancamiento y a la pobreza que hoy se vive. Debe hacerlo.

Corrillo

Aunque es uno de los panistas más institucionales (difícilmente se le vería portando la camiseta de otro color), el diputado federal Juan Jesús Aquino Calvo vuelve a mostrar madurez política y una visión progresista al sumarse al llamado de transparencia que hace unos días hiciera el senador Zoé Robledo Aburto. Dijo que más allá de colores partidistas, la transparencia y la rendición de cuentas son pasos obligados de la clase política del país si quiere encaminarse a la reconciliación con la ciudadanía. Adelantó que en el nuevo periodo de sesiones apostarán porque se apruebe el Sistema Nacional Anticorrupción que Acción Nacional propuso.

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