Mexico pagara si EPN evade a Trump

FOTO: ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.COM

Tanto las páginas de la prensa internacional y local dan cuenta ya de la indecisión que parece haberse apoderado del Gobierno del Presidente ante la amenaza que representa la nueva administración en Estados Unidos

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l tsunami Trump acelera el paso de su embestida contra México y el gobierno de Enrique Peña Nieto pareciera inmóvil, petrificado por la indecisión, sin rutas claras de escape.
Esa, la de un gobierno mexicano pasmado por la incertidumbre, es una tesis que viene ganando terreno en los análisis sobre política binacional en la prensa local y extrajera.
Altos funcionarios del Gobierno federal estarían haciendo lo que pueden para preparar a la economía nacional ante lo que, anticipan, podría ser un cambio drástico en la relación de México con Estados Unidos, de acuerdo con The Hill, uno de los medios electrónicos más importantes en Washington.
La pregunta que les quitaría el sueño a los funcionarios mexicanos es si Donald Trump, una vez que tome posesión en enero próximo, concretará sus promesas de campaña de revisar los tratados comerciales entre su país y el nuestro, la política migratoria de EU y las políticas de inversión bilaterales.
«Nos preocupa que el Presidente Enrique Peña Nieto y su equipo estén minimizando o ignorando los riesgos [de una presidencia de Trump]», dijo a The Hill Juan Francisco Torres Landa, socio gerente en la oficina en México del bufete legal multinacional Hogan Lovells.
«No vemos un plan concreto», agregó.
Para todos pareciera claro a estas alturas que las preocupaciones en México, en materia económica, provienen casi todas de la promesa de Trump de revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pacto que entró en vigor en 1994 y del que son miembros Estados Unidos, México y Canadá.
A lo largo de sus 22 años de historia, ese tratado habría permitido el fortalecimiento del sector manufacturero del país, que volvió a México una potencia a nivel mundial, especialmente en el sector automotriz, aunque la mayoría de sus exportaciones sigue teniendo a Estados Unidos como su destino principal.
Hasta 73 por ciento de las exportaciones de México en 2014 tuvieron a ese país como destino.
De acuerdo con The Hill, empresarios mexicanos y líderes de diversas fuerzas políticas han venido planteando alternativas para enfrentar las decisiones de Trump, pero parecieran al mismo tiempo coincidir en que es muy complicado armar un plan coherente cuando el presidente electo aún no toma posesión y no muestra claramente sus intenciones.
En un texto reciente del periódico Reforma, Miguel Barbosa, el líder en el Senado de la fracción del Partido de la Revolución Democrática, aseguró que el gobierno de Peña Nieto «está aturdido, temeroso, sin capacidad de respuesta, con gente débil como responsable de los asuntos comerciales y diplomáticos, cuando México necesita presentar una posición de firmeza, dignidad, patriotismo y actuar inteligentemente».
El llamado de Barbosa a que el Gobierno federal tome una actitud menos pasiva, pareciera cobrar relevancia cuando los daños del efecto Trump en México se acumulan peligrosamente.
La inversión extranjera directa en los tres primeros trimestres de 2016 cayó ya un 23.2 por ciento en comparación con el mismo período de 2015, de acuerdo con cifras del propio gobierno citadas por The Hill.
«Los inversionistas odian la incertidumbre, y lo que Donald Trump ha hecho es arrojar una gran cantidad de incertidumbre» al escenario, dijo Michael Camuñez, exsecretario asistente de Comercio en el gobierno de Obama, que ahora dirige una consultora internacional de inversión.
«Mucha gente está colgando los teléfonos para sentarse a esperar y ver qué ocurre», dijo Camuñez. «Mi consejo es tomar un respiro profundo».
Líderes de la sociedad civil y representantes del sector privado en México aseguran que desde ahora el gobierno mexicano debería asumir un enfoque más activo para convencer al gobierno de Trump de que la relación bilateral es benéfica para ambos países.
«Tienen la impresión de que no debemos anticiparnos a lo que haga [Trump]», dijo. «Creo que están equivocados».
De acuerdo con el artículo de The Hill, Torres Landa puso como ejemplo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un consorcio de grandes exportadores de crudo, que anunció un acuerdo la semana pasada con Rusia para limitar la producción del hidrocarburo. La decisión fue vista como una respuesta a los bajos precios del petróleo provocados por el aumento en la producción de petróleo de esquisto estadounidense, y podría reforzar las economías de países considerados rivales por Washington como Venezuela e Irán.
«Están tomando medidas», dijo agregó el especialista. «Lo primero que hay que hacer es una campaña de información muy profunda y muy amplia».
Torres Landa sugirió que se realice un intenso cabildeo para convencer al Congreso norteamericano de que transformar la retórica de Trump en políticas públicas conduciría a una costosa guerra comercial entre ambos países.
También en México, la sensación de que la incertidumbre ha petrificándolo al Gobierno federal ha llegado a las páginas de opinión de los diarios nacionales.
En un artículo titulado «Un día nos tomaremos en serio a Trump», publicado en El Universal, Ricardo Raphael asegura que en México parecemos niños suponiendo que lo peor, con Trump, no pasará, aunque un solo «tuit» del millonario destruya los ahorros en pesos de millones de mexicanos o alejen en instantes varios millones de dólares en inversiones.
Raphael sugiere que no es necesario esperar hasta el 20 de enero, cuando Trump tomará posesión, para tener una idea clara de todo el daño que podrá hacernos.

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