Nadie aguanta a Trump, antes de un año, lo abandona su equipo

El dato revelado por un nuevo estudio confirma la percepción de una Casa Blanca caótica

Agencias

[dropcap]U[/dropcap]no de cada tres empleados que Donald Trump contrató al inicio de su mandato se marcharon de la Casa Blanca antes del primer aniversario del mandato, el pasado enero. La cifra es la más alta registrada en la historia reciente. Desde la salida del portavoz o el jefe de gabinete hasta la reciente destitución de un secretario ejecutivo por acusaciones de agresión sexual, la Administración ha vivido sus primeros 13 meses marcada por el caos y las fricciones.
La Casa Blanca pone a prueba a cualquiera de sus ocupantes. Pero para Trump, que durante años presumió de ser el mejor ejecutivo, los resultados son peores que los de sus predecesores. Un nuevo estudio revela que la Administración del republicano perdió el 34 por ciento de sus empleados durante el primer año. Los puestos, la mayoría de ellos clave, reflejan la discordia y la presión de trabajar para un presidente al que los críticos tachan de inestable, impulsivo y feroz.
En ese tiempo, Trump destituyó a Sean Spicer, su primer portavoz, a Steve Bannon, su estratega jefe, y Reince Priebus, su primer jefe de gabinete. El republicano también pidió la dimisión de su segundo portavoz, Anthony Scaramucci, después de que insultara a otros empleados de la Casa Blanca. En los últimos días, el general John Kelly, el actual jefe de gabinete y a quien muchos atribuyen haber aportado orden al Despacho Oval, está bajo el punto de mira por su manejo del despido de otro empleado, acusado de agredir sexualmente a dos mujeres.
Esos son solo los puestos más importantes. Detrás de ese telón más público, un director de comunicación, un redactor de discursos y la polémica Omarosa Manigault, liaison en la oficina de prensa, han abandonado sus puestos. La semana pasada, durante un episodio de Gran Hermano, Manigault criticó con dureza el ambiente en la Casa Blanca. «No votaría a Trump ni en un millón de años», dijo la polémica exasesora, que conoció a Trump en el mundo de la telerrealidad.
El porcentaje de pérdidas de empleados es tres veces superior al de Barack Obama durante el mismo periodo de tiempo y dos veces superior al de Ronald Reagan. De las 12 posiciones más cercanas al presidente, solo cinco siguen siendo ocupadas por la misma persona, según un recuento de The New York Times.

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