No es bienvenido Santa Claus

Este año el espíritu navideño no visitará la ciudad china de Langfang pues las autoridades prohibieron la Navidad. Funcionarios comunistas en esta ciudad norteña de cuatro millones de personas, en la provincia de Hebei, han ordenado que se retiren todas las decoraciones navideñas de las calles y casas, todo esto para, según ellos, «mantener la estabilidad»

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]ste año Santa Claus no visitará la ciudad china de Langfang pues las autoridades prohibieron esta celebración.
Funcionarios comunistas en esta ciudad norteña de cuatro millones de personas, en la provincia de Hebei, han ordenado que se retiren todas las decoraciones navideñas de las calles y casas, advirtiendo a las tiendas que no vendan objetos que recuerden la Navidad.
Del mismo modo, se pidió a los residentes que informaran a cualquiera que intentara «difundir la religión». Todo esto para «mantener la estabilidad».
La Navidad no es un día festivo reconocido en China, administrado por el partido comunista que es oficialmente ateo, y las autoridades desalientan su celebración debido a la «importación occidental».
El año pasado, según el South China Morning Post, la Liga Juvenil Comunista de China solicitó a sus miembros de la Universidad del Sur de China que firmen un código de conducta que les obliga a no asistir a una celebración relacionada con la Navidad.
Además advirtieron que si sorprenden a alguien vendiendo árboles, coronas o figuras de Papá Noel serán castigados.
A pesar de su aparente represión contra la Navidad, China fabricó y exportó el 60 por ciento de los árboles artificiales del mundo en 2017, según algunos reportes de los fabricantes.
También animaron a los ciudadanos a denunciar a aquellos que propaguen la religión en público, aunque no mencionaron ninguna creencia en específico. En diciembre del año pasado estudiantes de la Universidad Farmacéutica de Shenyang organizaron en el campus festivales religiosos que ocasionaron algunos enfrentamientos.
Por tal motivo la rectoría impidió a los jóvenes realizar este tipo de eventos que destruyen la confianza cultural entre las distintas ideologías y creencias de la población.
La Navidad es un momento para manifestar la fe con los seres queridos, no sólo se trata de comprar regalos», refieren las autoridades chinas.

Con información de Excélsior

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