«No podemos perder una hectarea mas de selva «

El senador Froilán Esquinca Cano señaló que se deben atender los ilícitos forestales que se cometen en la Selva Lacandona, a efecto de frenar la devastación de superficies de arbolados milenarios y reactiva la producción de plantas nativas, la cual se ha perdido en un 90 por ciento

ASICh

[dropcap]E[/dropcap]l senador Froilán Esquinca Cano señaló que se deben atender los ilícitos forestales que se cometen en la Selva Lacandona, a efecto de frenar la devastación de superficies de arbolados milenarios.
Al ser entrevistado ante la realidad que se sigue acabando con la selva en el estado de Chiapas, enfático dijo que se presenta la necesidad del manejo forestal, apegada a la ley en la materia, donde se interviene para apoyar iniciativas del manejo comunitario de los bosques y manejo ecosistémicos, asociados a cuencas.
Ahí no sólo sería pensar en lo correspondiente a Montes Azules y Lacantun, sino todo un tema como el banco del agua del Usumacinta, donde de acuerdo a Conagua, se debe de garantizar el flujo del vital líquido hasta un 98 por ciento del río. Eso significa que se tiene que conservar y restaurar toda la cuenca del Usumacinta.
Inclusive, se ha indicado cuáles son los organismos vivos que deben de permanecer, como son el manatí, sábalo y robalo, lo cual permitiría ser como un indicador que se están haciendo bien las cosas durante todo este tiempo hasta el 2068.
Esquinca Cano señaló que esos datos son importantes para el manejo de la selva lacandona como proveedora de servicios sistémicos, en tanto se debe de trabajar alrededor en las zonas protegidas y la reconversión productiva y restauración de las áreas, a mediano y largo plazo.
«Recientemente he puesto en la mesa del Senado un punto de acuerdo, donde se insiste en un trabajo más coordinado con las comunidades y las autoridades forestales, sobre todo para la restauración», indicó.
En tanto, se debe de fortalecer el apoyo a los viveristas, sobre todo que Chiapas tiene autorizado por parte de Conafor, como meta para la reforestación de 14 mil hectáreas.
Anotó que en este esfuerzo se ha venido disminuyendo, a tal grado que se han perdido metas de apoyos. Por eso es necesario apoyar a que se mantenga el stock de producción de plantas nativas, para la restauración, producidas por viveristas chiapanecos.
«En Chiapas no podemos perder una hectárea más, pero con una mejor programación y planeación se podrá darle seguimiento a las metas establecidas sexenalmente, que han disminuido hasta en un 90 por ciento», lamentó.
Asimismo, indicó que se debe de pensar y articular trabajo como cuencas compartida con Guatemala. No se puede eludir esa agenda binacional de cuencas compartidas.
«Efectivamente hemos trabajado en forma compartida en algunos casos como el Coatán y el Suchiate, pero en las cuencas asociadas a las zonas que colindan con Montebello y otras microcuencas colindantes con Guatemala. Pero la cuenca del Usumacinta son un gran reto los trabajos coordinados y concertados que se deben hacer en conjunto con el vecino país centroamericano», concluyó. ASICh

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